«MIS PLANES NO SON VUESTROS PLANES»
Jesús sigue diciéndonos en parábolas la
profundidad de la llamada en el Reino a trabajar en su viña. Todos somos llamados
a colaborar con Jesús en la implantación de la civilización del Amor que tiene a Cristo,
el dueño de la viña como Señor y Maestro. ¿Cuál es la enseñanza de esta parábola
que, cuando no se explica bien, hacemos a Dios injusto y caprichoso?
El amor y la preocupación del Señor por su
viña que es su pueblo y cada uno de nosotros. Quiere que se trabaje para que se
dé fruto y fruto abundante. Se mata por su viña.
En su humildad Dios siempre cuenta
con cada uno de nosotros para llevar adelante la obra de la creación, de la redención,
de la santificación. Por eso va llamando. Sale a las plaza convoca a todos a cualquier hora del día. A
todos les paga a su tiempo. La parábola nos sitúa en diferentes horarios para
contratar; al amanecer, al mediodía y al atardecer. A todos les paga con un
denario. La recompensa de quien sigue a Cristo es el mismo Cristo como
recompensa. Los primeros esperan más que los últimos, que no habían llevado el
peso de la jornada.
Cuál es la moraleja, la enseñanza más
profunda para que nos quedemos con la copla y nos hagamos al Señor caprichoso e
injusto. Sencillamente lo que dice al final. ¿Vas a tener envidia porque yo soy
bueno? Es la bondad de Dios que siempre y a cualquier hora y momento cuenta con
nosotros para trabajar en su viña. No compararnos con nadie. Vivir en el
agradecimiento de su bondad sabiendo que Dios siempre cumple sus promesas.
+ Francisco Cerro Chaves -
Arzobispo de Toledo
Primado de España
No hay comentarios:
Publicar un comentario