TIEMPOS LITURGICOS

TIEMPOS LITURGICOS

viernes, 17 de septiembre de 2021

(Mc 9, 35)

 

SEPTIEMBRE 2021

«Si uno quiere ser el primero, sea el último de todos y el servidor de todos» (Mc 9, 35)

    Caminando con Jesús hacia Cafarnaúm, los discípulos discuten animadamente entre ellos. Pero cuando Él les pregunta de qué discuten, no se atreven a responder, quizá porque les da un poco de vergüenza, pues estaban tratando de establecer quién era el mayor de ellos. Jesús había hablado varias veces de su misteriosa cita con el sufrimiento, pero para Pedro y los demás era un tema demasiado difícil de entender y de aceptar. En realidad, solo después de la experiencia de la muerte y resurrección de Jesús descubrirán verdaderamente quién es Él: el hijo de Dios que da la vida por amor. Por eso, para ayudarlos a hacer en verdad sus discípulos, Jesús se sienta, los llama a su lado y les revela la verdadera naturaleza del «primado evangélico».

«Si uno quiere ser el primero, sea el último de todos y el servidor de todos».

     A pesar de las debilidades y los miedos de los discípulos, Jesús confía en ellos y los llama a que lo sigan para compartir su misión: servir a todos. Viene a la mente la exhortación del apóstol Pablo a los cristianos de Filipo: «Nada hagáis por rivalidad ni por vanagloria, sino con humildad, considerando cada cual a los demás como superiores a sí mismo, buscando cada cual no su propio interés sino el de los demás. Tened entre vosotros los mismos sentimientos que Cristo» (Flp 2, 3-5). Servir no tanto como un esclavo, que está obligado a ese trabajo, sino como una persona libre que ofrece generosamente sus capacidades y sus fuerzas, que se entrega no a favor de un grupo o de una parte, sino de todos los que necesitan su ayuda, sin excepciones ni prejuicios. Es una llamada también para nosotros hoy, a tener mente y corazón abiertos para reconocer y ocuparnos de las necesidades de los demás, a ser activos en construir relaciones auténticamente humanas, a sacar provecho de nuestros talentos por el bien común, volviendo a empezar cada día a pesar de nuestros fallos. Es la invitación a ponernos en el último lugar para impulsar a todos hacia el único futuro posible: la fraternidad universal.

«Si uno quiere ser el primero, sea el último de todos y el servidor de todos».

   En un comentario a esta palabra de Jesús, Chiara Lubich sugirió cómo transformarla en vida concreta: «Eligiendo con Jesús el último lugar en las innumerables ocasiones que nos ofrece la vida diaria. ¿Que nos han encomendado un cargo de cierto relieve? No nos sintamos “alguien”, no demos pábulo a la soberbia ni al orgullo. Recordemos que lo más importante es amar al prójimo. Aprovechemos esa nueva situación para servir mejor al prójimo, y no olvidemos estar atentos a lo que parecen cosas pequeñas, las relaciones personales, las humildes tareas cotidianas, ayudar a los padres, la paz y la armonía en la familia, la educación de los niños… Sí; vayan como vayan las cosas, recordemos que cristianismo significa amar, y amar preferentemente a los últimos. Si vivimos así, nuestra vida será un continuo edificar el Reino de Dios en la tierra, y sobre este esfuerzo Jesús prometió todo lo demás por añadidura: salud, bienes, abundancia de todo… para repartirlos a otros y convertirse así en los brazos de la Providencia de Dios para muchos»[1].

«Si uno quiere ser el primero, sea el último de todos y el servidor de todos».

    Proteger la casa de todos es un modo de servir al bien común especialmente actual y que podemos compartir con muchas personas en el mundo, y es desde hace años un tema de peso para dar testimonio cristiano juntos. Recordemos en particular que, para un número de Iglesias siempre creciente, este mes de septiembre se abre con la celebración de la Jornada de la Creación, que se prolonga hasta el 4 de octubre, con el Tiempo de la Creación. En una de estas ocasiones, la Comunidad de Taizé propuso esta oración: «Dios de amor, mientras permanecemos en tu presencia, haznos capaces de captar la infinita belleza de lo que has creado, de todo lo que viene de ti, de su inagotable compasión. Aumenta nuestra preocupación por los demás y por toda la creación. Enséñanos a descubrir el valor de todo y haznos portadores de paz en la familia humana»[2].


Leticia Magri



[1] C. LUBICH, Palabra de vida, septiembre de 1985, en EAD Palabras de Vida/1 (1943-1990), Ciudad Nueva, Madrid 2020, p. 351.


jueves, 16 de septiembre de 2021

PARA LOS NUEVOS ADORADORES Y PARA LOS VETERANOS ADORADORES (II)

 ... que han caído en la rutina, dejadez y apatía y que con su actitud se degrada el carisma de la Obra.

     La Oración en nuestras Vigilias se guían por el RITUAL (Manual) de la Adoración Nocturna que recoge la Oración oficial de la Iglesia, la Liturgia de la Horas, y a veces nos ayudamos con Separatas cuando celebramos alguna Vigilia Especial que no viene en el Manual. Las dos formas son válidas. Es lo que llamamos Oración Vocal.

   También tenemos un rato de Oración en Silencio, el momento más importante de la Vigilia. Y hay quien se siente incómodo cuando pasan diez minutos en silencio ante el Señor, cuando en realidad se ha de permanecer media hora. Hay quien reza el Rosario en ese tiempo de Silencio, otras oraciones, alguna novena, meditan alguna lectura, etc. Todo esto está muy bien pero se está desaprovechando ese tiempo para dialogar con el Señor. Es una pena que no aprovechemos ese rato de silencio para permanecer delante de Jesús presente en la Custodia y dejar que Él nos mire. Y es que no tenemos que hacer nada. El Señor nos lo pone fácil. - No hagas nada- nos dice Jesús. -Deja que te atraiga hacia Mí. Déjate llevar- nos susurra.

     Y como orientación a este rato de silencio podríamos dividirlo en 5 partes, cada uno que le dé la duración que crea conveniente. En una primera parte debemos ADORAR al Señor. Reconocer que sin Él no somos nada y todo se lo debemos. Segunda parte DAR GRACIAS al Señor por todo lo bueno que nos concede y por aquello que no nos damos cuenta. Tercera parte: PEDIR PERDÓN por no llegar a la altura que el Señor espera de nosotros. Cuarta parte OFRECERSE AL SEÑOR, preguntarle qué podemos hacer por Él, sí estamos haciendo bien las cosas, sí hay que mejorar o corregir otras, en fin ponernos a su disposición. Quinta parte, la más extensa de las cuatro anteriores: CONTEMPLAR al Señor, disfrutar de su presencia. No pensar ni distraerse en cosas del mundo. Y a base de entrenamiento y repetirlo en cada una de las Vigilias comprobaremos que cada vez será más fácil de disfrutar de la CONTEMPLACIÓN .

     OTRAS CONSIDERACIONES

     en la Adoración Nocturna manifestamos externamente nuestra actitud de adoración cuando pasamos delante de Jesús, el Señor, en el Sagrario o en la Custodia expuesto, doblando las dos rodillas al suelo con inclinación de cabeza, sí no se está impedido. Aunque es verdad que basta, por norma general, según la Instrucción General del Misal Romano, genuflexión sencilla, es decir, la rodilla derecha al suelo, que debe hacer todo creyente, pero los adoradores nocturnos nos distinguimos por las dos rodillas en el suelo e inclinación de cabeza.  

     Solo adoramos, doblando la rodilla al suelo, al Señor en el Sagrario y en la Custodia expuesto, y solo a la Cruz del Viernes Santo y nunca debemos hacer la genuflexión a la Santísima Virgen, ni delante de un crucifijo, ni delante de los santos, y hay personas, que sin darse cuenta o no lo saben siguen doblando la rodilla hasta el suelo ante imágenes y cuadros. Esto no se debe hacer. Sólo genuflexión ante el Sagrario, la Custodia con el Señor expuesto, y ante la Cruz en Viernes Santo. Ante el Altar inclinación de cabeza, no genuflexión, porque el Altar no es Jesús, a no ser que junto al Altar está el Sagrario, y entonces el gesto de doblar las rodillas sería hacia el Sagrario pero nunca al Altar.

     Rezamos también en nuestras Vigilias "por el fundador de ¡a Adoración Nocturna Española, el ya venerable D. Luis de Trelles", para que cuando tengamos un caso conocido de extrema gravedad y que requiera la asistencia de la Providencia podamos recurrir a su intercesión, para que si se obrara el milagro de una curación pueda ser elevado a los altares y sirva de ejemplo de santidad, de forma ya oficial, para toda la comunidad católica.

    Todo adorador debe comprometerse a invitar a alguna persona a las Vigilias y así aumentar el número de adoradores. Y lo debemos hacer porque es una obra de caridad, no podemos quedarnos para nosotros las gracias que recibimos cuando estamos en presencia de Jesús Eucaristía; debemos pregonar y contagiar a los que nos rodean de esa paz del alma que se siente cuando se está frente a frente, cara a cara y a corta distancia con Jesús presente en la Custodia. Por eso rezamos en las Vigilias la "Oración de Fomento por la Adoración Nocturna".

  No olvidemos que la Adoración Nocturna es una Asociación pública de fieles que se junta por la noche para adorara a Jesús Sacramentado. Y sí es una Asociación hay unos Estatutos y Reglamento con sus normas y directrices, y entre otras muchas está la de contribuir económicamente a la manutención de los organismos que la dirigen y coordinan y hacen posible que la Obra siga adelante, organismos como son el Turno, la Sección, el Consejo Diocesano y Consejo Nacional. Esa cuota participativa de nuestra parte forma parte de la ofrenda que el Señor espera de nosotros como obra de misericordia. Mirar a otro lado es nuestra responsabilidad.

BOLETÍN ANE CARTAGENA JUL-AGOT-SEPBRE 2021


viernes, 10 de septiembre de 2021

 PARA LOS NUEVOS ADORADORES Y PARA LOS VETERANOS ADORADORES (I)

... que han caído en la rutina, dejadez y apatía y que con su actitud se degrada el carisma de la Obra.

 

   Para que la Adoración Nocturna no se convierta en un rato de oración más, en un jueves eucarístico, en una hora santa, en un encuentro eucarístico, en no sé qué múltiples definiciones posibles, es necesario recordar una serie de conceptos que van unidos al origen de la formación de esta Obra de seglares y de la Iglesia, que es la Adoración Nocturna.

   No es lo mismo asistir a cualquier hora del día a adorar al Señor cuando la iglesia está abierta, o a las Vigilias en calidad de aspirante a adorador (que normalmente asistimos de forma personal e individual) que ser adorador activo una vez que se ha recibido la insignia y homenajeado a la Bandera de la Sección.

    Las cosas ya no van a ser igual que antes a partir de ahora ya estamos comprometidos con el Señor a acompañarle una vez al mes en una Vigilia y ésta Vigilia tiene prioridad sobre otros compromisos familiares y/o sociales, salvo, claro está, gravedad o urgencia. Hemos estado un tiempo suficiente como para decidirnos seguir adelante o no, y sí hemos dicho que sí, recibiendo la insignia, es que aceptamos el compromiso adquirido.

 Queremos ser, en compañía de otros hermanos adoradores, los que vamos a acompañar a Jesús en el Sagrario, o expuesto en la Custodia, durante las horas de la noche, y sí hay que pasar un poco de sueño se pasa.  Porque queremos imitar a Jesús, y es que Jesús oraba frecuentemente de noche, según leemos en los Evangelios. Y nos pidió que al menos veláramos una hora con Él, para no caer en la tentación. Por eso las Vigilias de la Adoración Nocturna se hacen de noche y los turnos duran una hora.

   Y cuando asistimos a las Vigilias no lo hacemos en nombre propio sino en nombre de la Iglesia Universal y de toda la humanidad, y nuestra Oración de noche es una Oración principalmente expiatoria, una Oración de reparación, porque son muchas las ofensas e indiferencias que sufre nuestro Señor Jesucristo en la Eucaristía y por eso estamos ahí de noche, porque Jesús está presente de día y de noche, y sí se le adora durante el día, ¿por qué no por la noche? y es, por tanto, cuando todos se van a sus casas a descansar o bien a otras actividades nocturnas, sea baile, cine, restaurantes, etc., es, decimos, cuando nosotros acompañamos a Jesús al igual que acompañamos a un enfermo que está solo en la noche en un hospital.

  Los adoradores nocturnos somos unos privilegiados, y orgullosos deberíamos estar de ello por formar parte de esa guardia personal del Rey de Reyes, del Rey del Universo, de Su Divina Majestad, ya sí lo debemos interpretar.

   Y sí por cualquier motivo no podemos asistir a la Vigilia mensual, podemos asistir a la Vigilia de otra Sección que está cerca de nuestra localidad. Este es nuestro compromiso de adorador nocturno. Y se recuerda porque la mayoría de adoradores no lo tiene en cuenta.

    No pensemos que somos adoradores para ser más santos, no. Ésta no es la finalidad del adorador nocturno, aunque la santidad será una consecuencia de estar frecuentemente delante de Jesús Eucaristía.

   Somos adoradores nocturnos porque correspondemos con amor (nuestro acompañamiento nocturno) al Amor que ha tenido Jesús con nosotros quedándose en la Eucaristía hasta el fin de los tiempos. Y se lo agradecemos de forma comunitaria asistiendo a las Vigilias, de forma comunitaria porque no estamos solos, formamos parte de una Sección, de un Turno. Pasa lo mismo con la asistencia a la santa Misa. Muchos dicen que sin la Misa no pueden vivir, que no sienten paz, que les falta algo sí no van, etc. Podría interpretarse esta postura como egoísta sí es que lo buscan es la propia felicidad. Debemos asistir a Misa porque tenemos que dar gracias a Dios por todos lo que nos concede, porque es una muestra de amor hacia quien nos ha salvado de la muerte eterna y de bien nacidos es ser bien agradecidos. Y es verdad que a fuerza de corresponder con amor al asistir a Misa iremos descubriendo nuestra dependencia y necesidad. Igual pasa con las Vigilias. Asistamos con amor agradecido.

   Insistimos: no es que busquemos ir a las Vigilias para encontrarnos bien, para sentirnos más felices con la conciencia tranquila, para ser mejores personas, etc., no, no es esta la intención, aunque al final es el premio que nos da el Señor, sino que debemos ir a las Vigilias porque queremos, y lo sentimos en el corazón, acompañar a Jesús que está solo y abandonado en el Sagrario, y le hacemos compañía en esas horas que todos se van, porque en definitiva, le queremos compensar de esos ratos en que Él se siente abandonado, y no solo despreciado sino indeferenciado, no tenido en cuenta para nada por los hombres en general.

    Y le decimos a Jesús, Señor, no te preocupes porque los demás te ignoren, aquí estamos nosotros para aliviar tu dolor y soledad, y valoramos , aun con nuestra pobreza y pequeñez, tu sacrificio y entrega en la Cruz para redimirnos y por habernos abierto las puertas del Cielo con tu resurrección, tal como te sentimos en la Eucaristía, vivo y resucitado [...]


BOLETÍN ANE CARTAGENA JUL-AGOT-SEPBRE 2021