TIEMPOS LITURGICOS

TIEMPOS LITURGICOS

jueves, 28 de febrero de 2019

CINCO FORMAS DE ORAR


     “La oración es tratar de amor con quien nos ama” (Sta. Teresa), es buscar a Aquel que nos busca. Cuando Jesús le dice a Pedro: “Simón, ¿duermes?, ¿no has podido velar conmigo una hora?” (Mc 14,37), podemos confirmar que Cristo nos busca, toca la puerta de nuestro corazón y espera que hablemos con Él. Son palabras que son “suaves en su sonido, pero penetran como el pinchazo de un aguijón” (Sto. Tomás Moro).
     ¿Cómo es posible que Pedro, su apóstol, su gran amigo, el primer Papa se haya dormido ante el dolor y sufrimiento de Cristo horas antes de la Pasión? Jesús no busca nada para Él, sólo piensa en el bien de Pedro y le aconseja: “vigilad y orad para que no caigáis en la tentación”.
     Cada uno de nosotros nos podemos identificar con Pedro. ¿Quién de nosotros no ha ofendido a Cristo? Escuchemos a Jesús diciéndonos esas mismas palabras: vigilad y orad. Nos dice que recemos constantemente. No sólo presenta la oración como utilidad, sino como algo necesario para nuestra vida. Y cabe preguntarnos: ¿cómo es nuestra oración?, ¿la tengo realmente como algo necesario, como prioridad en mi día a día?
     Los beneficios de la oración son muchos. Nos une más a Dios, nos ayuda a conocerlo y por lo tanto, a amarle más. Nos ayuda a escucharle y ver cuál es la voluntad de Él para nosotros. Cuando hablo de voluntad de Dios no sólo me refiero a lo que Él quiere que seamos, sino lo que Dios quiere que hagamos en cada momento. La oración es tomar decisiones con Dios. Es como cuando nos acercamos a un amigo para pedirle consejos al no saber cómo reaccionar o qué decidir frente a un problema o acontecimiento. ¿Qué quiere Dios de mí?, ¿qué quiere de esto?, ¿cómo quiere que reaccione?, ¿qué quiere que haga? La oración nos ayuda también a desapegarnos de las cosas materiales y enfocar nuestra mirada en lo sobrenatural (lo único necesario para la felicidad). Nos ayuda también a pensar, actuar y amar más a como Dios piensa, actúa y ama. Todo esto lo vemos reflejado en María, nuestra madre. Ella acepta ser madre de Dios en oración y es capaz de ponerse en sus manos: “hágase en mí según tu Palabra” (Lc 1). Cuando dice esto no tiene un futuro claro, no sabe qué va a pasar, ni cómo acontecerá todo lo que el ángel le ha anunciado, pero ella, mujer de oración, confía en Dios y se lanza con gran confianza a un sí de amor y dispuesta a cumplir lo que Dios le pide.

En la oración cristiana encontramos 5 formas de hacer oración.

     Oración de Bendición, que es pedir a Dios que nos llene de gracias. Toda bendición procede de Dios. Un padre de familia puede trazar la señal de la cruz en la frente de su hijo. Dios ve ese gesto y bendice. Pero el sacerdote, gracias a su ministerio, bendice expresamente en nombre de Jesús.
     Otra forma de oración es la Adoración, es reconocer humildemente al Todopoderoso. Cuando adoramos a Dios nos damos cuenta de su poder, grandeza y santidad.
     También tenemos la oración de Petición, con la cual le rogamos a Dios las cosas que necesitamos. Sabemos que Él lo sabe todo, pero de igual forma Él quiere que le pidamos con insistencia, con fe y estando abiertos a lo que Dios vea mejor para nosotros. Por ejemplo, Dios veía y sabía cómo su pueblo Israel sufría en el desierto, pero no actuó antes de haber escuchado el grito de su pueblo. Grito que significa oración, petición, aclamación a Dios. Otro tipo de oración de petición es el de la intercesión. Rezar por los demás. Acordémonos todos los días de ganar gracias y pedir por los que nos rodean. Cuando vemos un accidente, por ejemplo, ¿suelo rezar por la pronta recuperación del afectado? Cuando veo a un mendigo pidiendo limosna, ¿rezo por él? Cuando veo a alguien que ofende a Cristo, ¿rezo? ¿O me contento con juzgarlo internamente?
     Otra oración la de Acción de gracias. Como diría san Pablo: ¿tienes algo que no hayas recibido? Todo lo que tenemos lo hemos recibido  de Dios. Podemos pensar que hay cosas que las tenemos gracias a nuestro esfuerzo, está claro, pero ¿quién nos dio la voluntad para esforzarnos?, ¿quién nos dio los pies, las manos, la inteligencia, para conseguir lo deseado? Agradecer a Dios significa amar y ser humildes al darnos cuenta que somos su criatura.
     Y por último, está la oración de Alabanza. Sabemos que Dios no necesita aplausos, pero nosotros sí necesitamos reconocerle como Dios. Debemos demostrar nuestra alegría de ser hijos de Dios.
     Aprendamos a saber “perder tiempo con Dios”, a reservar tiempo para la oración cada día. Cuesta creerlo al inicio y sólo se confirma cuando se realiza, pero cuando uno es capaz de ir a Adoración 30 minutos cada día, a pesar del trabajo que uno tenga, de lo agobiado que uno esté por intentar sacar los pendientes, Dios no deja de bendecir. Vamos a la oración a pedir a Dios su bendición, a adorarle, a pedirle lo que necesitamos, a pedir por los demás, a darle gracias y a alabarle. Cuando uno es capaz de dejar tiempo para eso cada día vivimos mucho más tranquilos, más serenos y sin duda, nos irá mejor.


P. Sebastián Rodríguez

sábado, 23 de febrero de 2019

DOMINGO 24 DE FEBRERO DE 2019, 7º DEL TIEMPO ORDINARIO

«SED MISERICORDIOSOS COMO VUESTRO PADRE LO ES »


     Lucas es el evangelista de la misericordia, expresada sobre todo en las parábolas de la misericordia (Lc 15) y en el buen samaritano (Lc 10); aquí nos habla de la fuente de la misericordia, el Padre; y el destinatario de esa misericordia, la persona herida en el camino de la vida. Sin beber de la fuente de la misericordia nos agotamos en nuestros egoísmos. Solo los que a través del amor del Padre contemplan el Corazón traspasado de Cristo, la misericordia se hace realidad en nuestra vida.
     Sed misericordiosos como el Padre es acoger y dar el Corazón al miserable, al herido y vivir en la gratuidad del que se es feliz dándose, entregándose y sabiendo que el mayor regalo que puede recibir al hacer el bien, es el mismo bien qué es el Corazón misericordioso.
     Toda persona es buena con alguien alguna vez. Incluso aunque haya sido un criminal, ha sido bueno con alguien, con su madre...y alguna vez. La novedad de la misericordia del Padre es ser bueno con todos, buenos y malos, justos e injustos y siempre con un corazón ilimitadamente bueno como el de Cristo.
     La misericordia del Señor es con todos y siempre, desde el principio hasta el final. Esta es una clave de la vida cristiana que hay que mantener siempre.
     La misericordia del Padre tiene que estar presente en el inicio de la vida de fe, en el crecimiento, en la madurez y hasta el final; sino queremos llegar a malograr la vida cristiana por falta de misericordia, que sería en palabras de San Ignacio de Loyola que no se corrompa el sujeto, que no se estropee la persona en su salud espiritual, corporal, psicológica… y se rompa por no vivir con entrañas de misericordia.
     Es necesario para avanzar en santidad en palabras del papa Francisco, impregnar toda nuestra vida, pasado, presente y futuro de la misericordia del Padre. 

+ Francisco Cerro Chaves - Obispo de Coria-Cáceres

miércoles, 20 de febrero de 2019

REFLEXIONES PARA LA ADORACIÓN NOCTURNA ESPAÑOLA

FEBRERO. NATURALEZA DE LA ADORACIÓN NOCTURNA:

ESCUELA PRÁCTICA  DE ORACIÓN PARA  APRENDER A AMAR COMO RAZÓN DE VIVIR


     Es la oración el camino de un adorador. No otro es su ejercicio ni su fin. Es nuestra vocación específica: adorar al Señor mediante la oración. Nuestro maestro y guía ha de ser el Venerable Don Luis de Trelles. No tengáis recelos.
     Dejémoslo claro desde el principio: Dos son los maestros que enseñaron a Don Luis de Trelles la naturaleza y el modo de la oración: en San Ignacio de Loyola, en sus ejercicios espirituales, aprende como elementos básicos: el principio y fundamento de la primera semana, el llamamiento del rey temporal, las dos banderas y los tres binarios de la segunda semana, el esquema de la meditación y el tratado de la IV semana: contemplación para alcanzar amor, indispensable para cualquier tipo de oración. Todo lo demás de Don Luis es teresiano.
     “Dos pilares sustentan sus concepciones antropológicas: 1º, el hombre posee un alma capaz de Dios, además de un cuerpo, y 2º, el hombre ha recibido, como inmenso y misterioso don, la capacidad de comunicarse con la divinidad que habita en su interior.
     Santa Teresa de Jesús recibe una gracia además que supera todos los hallazgos anteriores de interiorización, mediante la inmersión en el misterio trascendente de Dios, dentro de la estirpe agustiniana. Don Luis sigue los pasos de Teresa. Y no cesa de recordárnoslo: no viváis hacia afuera, a la altura de los sentidos y en busca de sensaciones. La aventura de Teresa señala una dirección opuesta: hacia adentro, por-que tenemos alma –repetía con gracia a sus hijas- “no estamos huecas por dentro” y Dios habita en su interior.
     Tienen ambos una experiencia central: Sin el encuentro con Jesús realmente presente bajo las especies del pan y el vino, ni Teresa hubiera sido Teresa de Jesús ni Don Luis el apasionado enamorado apóstol de la Eucaristía. El descubrimiento del Santísimo Sacramento se convirtió en el fundamento de su vida espiritual y en el motor de sus actividades apostólicas.” No es otra cosa ser un Adorador.
     Don Luís eligió como símbolo de un adorador la lamparilla encendida del santuario. En ella veía que con su diminuta luz le recordaba al mundo que Dios está presente en el templo y que impregnada en el aceite de la gracia su humilde pábilo consumía su existencia encendida de amores. La noche de vela quería que fuera desarrollando los distintos tipos de oración: alabanza, súplica, acción de gracias y reparación. A lo largo del año iremos profundizando en las variedades de la oración. Sus más preciosas aportaciones las encuentro en la intencionalidad práctica de la Adoración. Las resumo en tres metáforas: atalaya, cuerpo de guardia, audiencia privada. En esta perspectiva quiso que la Adoración nocturna fuera un torreón o una atalaya para imprecar por la salvación de España. Una sala de guardia en la que se tuvieran presentes todos los incidentes de la ciudad, desde la parturienta al moribundo; y una audiencia privada en la que se aprendiese a pagar con amor el amor que el Señor nos daba.
     Pero volvamos a Santa Teresa, Maestra De Oración. Sus obras más elaboradas son: Camino De Perfección y Las Moradas o Castillo Interior. Dos obras claves para aprender a amar a Dios por medio de la oración- En realidad forman parte de su Vida, son la biografía espiritual de la Santa. Sin olvidar nunca que la única razón de todo –vida, reforma, fundaciones y escritos- es cantar las maravillas de un Dios que quiere vecindad e intimidad con los hombres.
     Todas las obras de la Santa incluyen capítulos dedicados a la Oración. Recordamos que los capítulos 11 a 23 de “El Libro de la Vida” constituyen un tratado abreviado, para enseñar a sus hijas su camino de Oración. En estos capítulos explica los cuatro modos de oración mediante la imagen de cuatro modalidades de riego en las huertas (1. Riego acarreando el agua con cubos desde un pozo. 2. Riego trasegándola con una noria. 3. Riego con canales desde una acequia. 4. Riego con la lluvia que viene del cielo). Y en él nos ofrece la definición más difundida de oración y que una y otra vez repito: “que no es otra cosa oración mental, a mi parecer, sino tratar de amistad estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos nos ama” (Vida 8,5).Lo mismo sucede con el Libro de las Fundaciones.
     Pero cuidado. No se trata de una tabla de gimnasia o de una dieta para adelgazar. Dios lleva a cada uno por el camino que le conviene más. El protagonista de toda oración es Dios. Y nuestro papel es ponernos en su presencia y abandonarnos en sus manos. Lo mismo reces un padrenuestro, una avemaría, entones un salmo, te unas al “Por Cristo con él y en Él, a Ti Dios Padre omnipotente,……… todo honor y toda gloria” o ensimismado mires en silencio a la Hostia Santa.
     Me vais a permitir que os traiga un fragmento en el que habla la santa del cielo. Una vez más, ejemplo de su realismo y del don de discernimiento. Para mí lo tengo como una joya. Es una invitación a todas sus hijas para entrar en oración, y que por lógica se hace extensiva para cualquier creyente y de manera muy especial, para ti, adorador.
Dice la Santa: “2. Ya sabéis que Dios está en todas partes. Pues claro está que adonde está el rey, allí dicen está la corte. En fin, que adonde está Dios, es el cielo. Sin duda lo podéis creer que adonde está Su Majestad está toda la gloria. Pues mirad que dice San Agustín que le buscaba en muchas partes y que le vino a hallar dentro de sí mismo. ¿Pensáis que importa poco para un alma derramada entender esta verdad y ver que no ha menester para hablar con su Padre Eterno ir al cielo, ni para regalarse con El, ni ha menester hablar a voces? Por paso –silenciosamente- que hable, está tan cerca que nos oirá. Ni ha menester alas para ir a buscarle , sino ponerse en soledad –Tacere- y mirarle dentro de sí y no extrañarse de tan buen huésped; sino con gran humildad hablarle como a padre, pedirle como a padre, contarle sus trabajos, pedirle remedio para ellos, entendiendo que no es digna de ser su hija.”

Preguntas para el diálogo y la meditación.

    A Don Luis le enseñaron a ser discípulo aventajado de la oración San Ignacio y Santa Teresa. Pero ¿Dónde aprendió Don Luis a ser maestro de la oración? ¿Conociendo de memoria los textos de sus maestros o poniéndose, día a día y noche tras noche de rodillas ante Jesús Sacramentado?

     ¿Sabías que ““que no es otra cosa oración mental, a mi parecer, sino tratar de amistad estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos nos ama”? Adorador, esta es tu tarea: reces el avemaría, un salmo, inclines la cabeza en la consagración, o estés en silencio ante la Hostia Santísima. Escríbelo con letras grandes en tu alma.

     ¿Sabes que Jesús Sacramentado, aunque nos llega desde fuera por la vista, nos entra dentro, donde habita Dios y es aquí, en tu interior donde tiene lugar el encuentro? Abres los ojos y por la fe lo ves fuera en el Pan Sagrado. Miras dentro de ti, con los ojos cerrados y está tan real-mente presente que con el oído del alma lo podemos oír. ¿Nos atrevemos a decirle “habla Señor, que tu siervo escucha”?





VIGILIA MENSUAL EN EL ORATORIO DE LA SANTA CUEVA


viernes, 15 de febrero de 2019

DOMINGO 17 DE FEBRERO DE 2019, 6º DEL TIEMPO ORDINARIO

«BIENAVENTURADOS…  VUESTRA RECOMPENSA SERÁ GRANDE EN EL CIELO» 

     
      En la versión de Lucas se habla de cuatro Bienaventuranzas y de cuatro malaventuranzas, mientras que Mt 5 habla de ocho bienaventuranzas.
     Nitzche decía que las bienaventuranzas de Jesús han pervertido a la humanidad. ! Como se puede llamar felices a los pobres, a los que lloran, a los perseguidos por causa de la justicia! Habría que llamar dichosos a los ricos, a los que ríen porque no les falta de nada, a los que les va todo bien en la vida.
     Jesús nos presenta el Corazón del Reino, su mismo Corazón para vivir con sus sentimientos.
     Es necesario intuir que lo que reflejan las bienaventuranzas es el Corazón herido de Amor de Jesús y lo que reflejan las malaventuranzas es el corazón humano herido por el pecado, el egoísmo y la soberbia. Hay que elegir de que parte esta nuestra vida. Si queremos vivir unidos y con los sentimientos del Corazón ilimitadamente bueno de Jesús que refleja su santidad.
     La felicidad que nos promete Jesús es un amor fiel a los proyectos de su Corazón. Cuando se elige el camino de la mundanidad del que tanto habla el papa Francisco siempre tiene el perfume de la tristeza y la decepción.
     Tenemos que saber que nuestro corazón es el lugar de lucha entre el bien y el mal y es mucho lo que nos jugamos. Apostar por las bienaventuranzas es siempre acertar con el camino de la santidad, aunque cueste. Seguir el camino de la mundanidad es tener vivacidad pero no vida abundante.
     Es como si sacamos al pez fuera del agua que da botes y salta porque se muere. Sin embargo dentro del agua vive feliz, sin dar saltos de vivacidad pero vive en la alegría y la paz de Dios y de sus promesas del Reino.


+ Francisco Cerro Chaves - Obispo de Coria-Cáceres 

(Sal 34, 15)

FEBRERO 2019

«Busca la paz y anda tras ella» (Sal 34, 15)
     David expresa en este salmo su alegría y su agradecimiento ante la asamblea: ha conocido el peligro y la angustia pero ha invocado con confianza al Dios de Israel y ha recobrado la paz. El protagonista de este himno es Dios con su misericordia, su presencia fuerte y decisiva junto al pobre y al oprimido que lo invoca.
     Para que otros alcancen la misma salvación, David sugiere varias actitudes del corazón: evitar hacer el mal y en su lugar obrar siempre el bien. Y subraya la necesidad de no difamar al prójimo, pues las palabras pueden llevar a la guerra.
«Busca la paz y anda tras ella»
     En el lenguaje bíblico, la paz tiene numerosos significados, como por ejemplo el bienestar físico y espiritual o el acuerdo entre individuos y entre pueblos. Pero en primer lugar es un don de Dios a través del cual descubrimos su rostro de Padre. Por eso es indispensable buscar intensamente y apasionadamente a Dios en nuestra vida, para experimentar la paz verdadera.
     Es una búsqueda comprometida, que nos exige hacer nuestra parte siguiendo la voz de la conciencia, la cual siempre nos incita a escoger el camino del bien y no el del mal. En muchos casos sería suficiente con dejarnos alcanzar por Dios, que desde hace tiempo se dedica a buscarnos a cada uno de nosotros.
     Como cristianos, tenemos ya una relación íntima con Jesús por el bautismo: Él es el Dios cercano que nos prometió la paz; Él es la paz. Y hemos recibido el don del Espíritu Santo, el Consolador, que nos ayuda también a compartir con los demás los frutos de la paz de Dios que hemos experimentado. Él nos indicará el camino para amar a las personas que tenemos alrededor y así superar los conflictos, evitando acusaciones infundadas, juicios superficiales y maledicencias, y abrir el corazón para acoger al otro.
     Quizá no podamos hacer que callen todas las armas que tiñen de sangre tantas regiones de la tierra, pero podemos actuar cada uno personalmente y sanar relaciones heridas en la familia, en nuestra comunidad cristiana, en donde trabajamos o en el tejido social.
     El compromiso de una pequeña o gran comunidad decidida a testimoniar la fuerza del amor puede reconstruir los puentes entre grupos sociales, iglesias o partidos políticos.
«Busca la paz y anda tras ella».
     Además, el buscar la paz con convicción nos dirá cómo comportarnos adecuadamente para proteger la creación, que también es un regalo de Dios a sus hijos, así como una responsabilidad para con las nuevas generaciones.
     Decía Chiara Lubich en 1990 a Nikkio Niwano, fundador del movimiento budista japonés Rissho Kosei-kai: «[...] Si el hombre no está en paz con Dios, la misma tierra no está en paz. Las personas religiosas perciben el "sufrimiento" de la tierra cuando el hombre no la usa siguiendo el plan de Dios, sino solo por egoísmo, por un deseo insaciable de poseer. Este egoísmo y este deseo contaminan el entorno aún más y antes que cualquier otra contaminación, que no es más que su consecuencia. [...] Si descubrimos que toda la creación es regalo de un Padre que nos quiere, será mucho más fácil establecer una relación armoniosa con la naturaleza. Y si además descubrimos que este regalo es para todos los miembros de la familia humana -y no solo para unos cuantos-, pondremos más cuidado y respeto en algo que pertenece a la humanidad entera, presente y futura».

Leticia Magri

sábado, 9 de febrero de 2019

DOMINGO 10 DE FEBRERO DE 2019, 5º DEL TIEMPO ORDINARIO

«NO TEMAS; DESDE AHORA SERÁS PESCADOR DE HOMBRES»


     Evangelizar lleva siempre consigo el encuentro con Cristo en el mar de la vida. En el entorno del lago tiene lugar este pasaje tan de seguimiento de Jesús. El Señor siempre nos pide la confianza de remar mar adentro. En la orilla se quedan los cobardes, los que no se atreven a surcar profundidades en mar adentro donde está la pesca mejor.
     Por otra parte se puede experimentar en el camino del amor de Jesús las tempestades y dificultades en el mar embravecido de la vida. La mayor dificultad es la esterilidad, el no haber pescado nada con todo lo que hemos entregado y arriesgado en nuestra vida. A veces la crisis es total. Somos muy dados a mirarnos o a culpabilizarnos. Lo mejor es siempre lo de Pedro en tu nombre volveré una y otra vez a echar las redes. Se de quien me he fiado y estoy persuadido de que el Señor nunca nos deja en la estacada.
     Ante tantos peces en nuestras pobres redes por confiar en el Señor el asombro de Pedro nos conmueve. Es el asombro humilde del contemplativo que se hace osadía e intrepidez. No soy digno, apartate de mí soy solo un pobre pecador. Es la manifestación más palpable de que se está en el camino de la santidad. Apartate de mí, no soy digno, te fallo miles de veces no te das cuenta...Solo creo en la santidad de los humildes que como Pedro viven en el asombro de un amor capaz de sanar todas nuestras heridas.

          + Francisco Cerro Chaves -   Obispo de Coria-Cáceres 

60 AÑOS CONTRA EL HAMBRE


Queridos hermanos y hermanas:

 
    El año 1959 marcó el inicio de un proyecto de las Mujeres de Acción Católica que, comprometidas con su fe e impulsadas por la caridad, a instancias de la Unión Mundial de Organizaciones Femeninas Católicas, comenzaron a trabajar para responder a un llamamiento de la FAO con el fin de erradicar el Hambre del mundo. Si fueron las mujeres las primeras en ser testigos de la Resurrección del Señor (Cfr. Lc 24, 1 y ss.), también lo fueron a la hora de responder, – como testigos del Señor en la Iglesia– , al desafío y escándalo de la muerte de tantas personas por el Hambre.
     Desde entonces, febrero nos trae una cita con los hermanos que sufren esta lacra. Como dice el Santo Padre: “Es un escándalo que todavía haya hambre y malnutrición en el mundo. No se trata sólo de responder a las emergencias inmediatas, sino de afrontar juntos, en todos los ámbitos, un problema que interpela nuestra conciencia personal y social, para lograr una solución justa y duradera” (Carta del Papa Francisco al Presidente de la FAO, 2013). Es la cita de la Campaña de Manos Unidas, que en realidad nos da la oportunidad de hacer algo concreto para contribuir a erradicar el Hambre. Lo concreto es muy importante, como ya el Papa apuntaba en torno a qué podemos hacer: “Sólo cuando se es solidario de una manera concreta, superando visiones egoístas e intereses de parte, también se podrá lograr finalmente el objetivo de eliminar las formas de indigencia determinadas por la carencia de alimentos” (Ibídem).
     Manos Unidas nos da argumentos para acciones concretas, con proyectos concretos, que se encargan de hacernos conocer, para concienciarnos y animarnos a colaborar con ellos. La peor respuesta es la que no existe y cualquier rasgo de generosidad que tengamos con Manos Unidas está significando ya una respuesta a una llamada que, para nosotros, tiene el eco de las palabras de Jesús: “Tuve hambre y me disteis de comer” (Mt 25, 35).
     En estos sesenta años de campaña de Manos Unidas, la de esta edición se dedica especialmente a los proyectos que van encaminados a la promoción de la mujer, por su papel en la realidad socio-económica de los lugares donde el Hambre tiene singular presencia. Es una manera de trabajar por el Reino de Dios y su justicia. Que vuestros corazones se abran generosos a la llamada de Manos Unidas. Con mi afecto y bendición.


José Vilaplana Blasco - Obispo de Huelva

sábado, 2 de febrero de 2019

DOMINGO 3 DE FEBRERO DE 2019, 4º DEL TIEMPO ORDINARIO

«¿NO ES ESTE EL HIJO DE JOSÉ?»


   Lucas el evangelista de la misericordia es también el evangelista que da las claves del enviado, del misionero, del que con su palabra y su vida debe llevar la buena noticia del amor de Jesús muerto y resucitado.
     Cristo como Elías y Eliseo es enviado no solo a los judíos sino a toda la humanidad sedienta del agua viva que brota del Corazón de Cristo y que nos lanza a las periferias a los que viven en todas las intemperies y necesidades.
     Jesús nos enseña tres claves para identificarnos con su Corazón y con sus proyectos de amor misionero que subsisten de edad en edad.
     Primero evangelizar desde las entrañas de su tierra, va a Nazaret donde se había criado y no tiene ningún complejo en proclamar la buena noticia s los pobres el Evangelio de la salvación para todos.
     Por otra parte va a ser un subrayado el que nos envía con signos pobres. Sera la clave de la evangelización el testimonio de una vida pobre y como Elías y Eliseo siempre en camino sorteando las dificultades con una confianza ilimitada en quien nos ha enviado porque es eterna su misericordia. La misión exige confianza plena en el Señor que nos envía, en la Iglesia que como Madre y Maestra es nuestra garante de comunión y caridad y el amor preferencial por los más pobres de los pobres, los que se pueden perder lo mejor de la vida que es conocer, amar y vivir a Cristo.
     Finalmente el amor de Jesús siempre nos lleva a compartir con los más lejanos la alegría de un amor que no tiene fecha de caducidad y qué no olvida a nadie, sino que recorre kilómetros y kilómetros de esperanza para que nadie se quede fuera de la redención que Cristo ha traído a una humanidad que muere de hambre y sed y que no encuentra sentido a su deseo y nostalgia infinita de fe, de esperanza y de amor.

+ Francisco Cerro Chaves - Obispo de Coria-Cáceres 

viernes, 1 de febrero de 2019

2 DE FEBRERO, JORNADA MUNDIAL DE LA VIDA CONSAGRADA


“Padre nuestro. La vida consagrada presencia del amor de Dios ”
    
  Es el lema de la Jornada Mundial de la Vida Consagrada  que se celebra el 2 de febrero, fiesta de la Presentación del Señor en el templo. Un día de especial agradecimiento al Padre nuestro. Los obispos españoles desean recordar que “la vida consagrada es presencia del amor de Dios. Cada consagrado, con su vida y testimonio, nos anuncia que Dios Padre, es un Dios que ama con entrañas. Su Hijo Jesús nos enseñó una oración, el padrenuestro, que expresa la relación que Dios tiene con cada uno de nosotros, sus hijos y sus consagrados”.

     [] Los religiosos y religiosas han brotado en el jardín de la Iglesia como flores y frutos abundantes del Espíritu para la edificación del Cuerpo de Cristo y para el servicio de los más pobres en todas las naciones de la tierraQué sería de la Iglesia sin estas personas consagradas. También hoy tenemos necesidad de estos corazones que anteponen el amor de Cristo a cualquier otro interés.
     Oremos por las vocaciones a la vida consagrada, hoy más necesarias, porque escasean en nuestros ambientes. Hombres y mujeres, humildes y desconocidos en la mayoría de los casos, pero necesarios para prolongar el más fino espíritu evangélico en nuestra sociedad. Hombres y mujeres en virginidad y castidad perfecta, para amar sin fronteras a aquellos a los que son destinados. Hombres y mujeres sin alforja, sin túnica de repuesto, en pobreza y humildad, para mostrar al mundo el gran tesoro que es Dios. Hombres y mujeres en actitud de obediencia y humildad, en actitud de misión para ir donde haga falta, para gastar la vida por los demás en el nombre de Cristo. Benditos sean los pies y las manos de todos estos hombres y mujeres que configuran la vida de la Iglesia con su vida consagrada.

  Recibid mi afecto y mi bendición:(+ Demetrio Fernández-Obispo de Córdoba)