TIEMPOS LITURGICOS

TIEMPOS LITURGICOS

sábado, 15 de febrero de 2014

"DE LOS ESCRITOS DEL SIERVO DE DIOS D. LUIS DE TRELLES Y NOGUEROL"



 

VIRTUDES EUCARÍSTICAS DE JESÚS
(DISPOSICIONES QUE DEBEN LLEVARSE A LA SAGRADA COMUNIÓN)

     “En la eucaristía es necesaria una gran fe para reconocer a JESUCRISTO, residiendo todo entero y en millones de lugares, sin división como sin multiplicación de su persona única, bajo las especies y apariencias de pan y vino. No hay, en efecto más que un solo y mismo JESÚS en el cielo, en los múltiples tabernáculos de la tierra, y en cada uno de nosotros.
 
     ¡Qué misterio! Hay aquí una maravilla incomprensible a la razón humana, porque para comprenderla necesitaría esta pobre y débil razón de un orden de conocimientos que no tiene, y que Dios le ha rehusado con sabiduría y justicia, a fin de probar la fe del cristiano en su divina palabra, perfectamente expresa en este punto: Esto es mi cuerpo, esta es mi sangre (Mateo. 26, 26-28). Mi carne verdaderamente es comida, y mi sangre es verdaderamente bebida (Juan, 6, 56).El cáliz de bendición que bendecimos ¿no es la comunión de la sangre de Cristo? El pan que partimos ¿no es la participación del cuerpo del señor? (I Corintios, 10,16). Pues bien, esta sumisión de la razón a Dios, esta creencia en la verdad de su palabra, formalmente reconocida y establecida, es lo que constituye el mérito de la fe. Dios es honrado por este acto, [. . .] Pues bien [. . .] Dios ha hablado. Dios ha afirmado y apoyado su palabra con testimonios irrefutables y al alcance de la razón humana. El hombre sabe que Dios es infinitamente superior a él, que no puede ni quiere engañar a nadie, y que tiene el derecho de pedir al hombre que le honre por un acto de fe en su palabra, por increíble que sea esta palabra a su limitada inteligencia.

     Entonces se somete y dice ¡Dios mío, creo! Y lo dice con amor, porque sabe que honra a Dios y le agrada con su fe. Ved ahí un gran acto de virtud. Ved ahí una fe digna de la mirada de Dios, y de los ángeles. Ved ahí un corazón sumiso que mueve el corazón de JESÚS, y hace descender sobre él grandes gracias.
La lámpara del Santuario

sábado, 1 de febrero de 2014

DOMINGO 4º DEL TIEMPO ORDINARIO



LA PRESENTACIÓN DE JESÚS EN EL TEMPLO




"LAS CANDELAS"

     La candelaria, sin duda ha sido una de las fiestas más significativamente mariana, la Purificación de María; en ella celebramos que Madre e Hijo se sometieron a la legislación judía: toda mujer, al dar a luz un varón, en el plazo de cuarenta días, debía presentarse en el templo para su "purificación legal".
     La fiesta mariana fue popularizándose a lo largo de la Edad Media, se solemnizaba con una gran procesión de "candelas encendidas"; luego, en las casas, las velas volvían a encenderse en los acontecimientos familiares.
     A partir del Concilio Vaticano II, se recuperó el sentido primitivo de esta fiesta del siglo VII, bajo la denominación de "la Presentación de Jesús en el Templo", con un significado cristológico: Cristo es la figura principal de la escena, en brazos de María y con la presencia de José.
El templo es la imagen del Pueblo de Israel, que se prolongará en la Iglesia.
     Las figuras de Simeón y Ana personifican a Israel y a la Iglesia. La invocación de Simeón sintetiza la misión de ese Niño en la historia "luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo, Israel", a la vez que anuncia la función de María como corredentora; "y a ti, una espada de dolor te traspasará el corazón".
     Una atractiva fiesta para vivirla desde el evangelio (Lc.2,22-40) y dejarnos empapar por la presencia salvadora de Jesús y María, teniendo como testigo excepcional a José.

LA CANDELARIA

     "Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria del pueblo de Israel". (Lc. 2, 29 y 30)