«DE LO QUE REBOSA EL CORAZÓN HABLA
LA BOCA»
Es verdad que lo que rebosa el corazón
habla la boca y que cuando crecemos por dentro servimos por fuera. No se puede
evangelizar si no estamos llenos del Amor del Señor. No se puede dar paz si no
tenemos dentro esa paz. Nadie da lo que no tiene. Por eso Lucas nos pone contra
la pared o estamos llenos y rebosamos hasta derrochar el amor de Dios y esto es
la conversión o tenemos poco qué hacer. No es bueno querer sembrar sin tener trigo
abundante en el corazón. Mucha gente se aleja de la fe por las incoherencias de
nuestras vidas. Nadie da lo que no tiene.
El fariseo, el autorreferencial que mira
por encima del hombro a todos, porque yo no soy como ese, ha equivocado el
camino de la santidad. Solo creo en la santidad de los humildes. Sin humildad
no se cimienta la santidad y no se puede avanzar en el camino del seguimiento
de Cristo.
El fariseísmo es la religión del rigorismo
de la ley. El cristianismo es la religión del amor, del corazón, donde desde la
autenticidad de un amor desde dentro, nos lanza al olvido de si y al servicio
de los más pobres y necesitados.
+ Francisco Cerro Chaves - Obispo de
Coria-Cáceres
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