TIEMPOS LITURGICOS

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sábado, 25 de octubre de 2014


EL PAPA RECOMIENDA UNA PRÁCTICA «ANTIGUA PERO BUENA»: EL EXAMEN DE CONCIENCIA DIARIO
      En la homilía matinal en la misa diaria de la residencia Santa Marta este viernes 10 de octubre, el Papa ha recomendado la práctica "antigua pero muy buena" del examen de conciencia. 

     El Evangelio del día hablaba del diablo que tienta al hombre sin cesar. "El diablo tiene paciencia", avisó el Papa Francisco. "Después de las tentaciones en el desierto, cuando Jesús fue tentado por el diablo, en la versión de Lucas dice que el diablo lo dejó por un tiempo, pero después volvió y lo puso a prueba, tendiéndole trampas en la Pasión, incluso en la Cruz". "Si Tú eres el Hijo de Dios, ven, ven con nosotros, para que podamos creer en eso", predicó Francisco que tentaba el Maligno.
     "Debemos cuidar nuestro corazón, donde mora el Espíritu Santo", dijo el Papa, pidiendo evitar que en el corazón entren otros "espíritus". Pidió "proteger el corazón, ya que tiene la llave de la casa". Un corazón no vigilado corre peligro. "Mi corazón entonces se convierte en una plaza, donde todos vienen y van. Un corazón sin intimidad, un corazón donde el Señor no puede hablar, y no puede ser escuchado."
     Jesús también dice ("a mí me parece un poco extraño", comenta el Papa) "el que conmigo no recoge, desparrama´. "Él usa la palabra ´recoger´. Tener un corazón que se recoge, un corazón en el que sabemos lo que pasa, y aquí y allí se puede realizar la práctica de gran parte de la Iglesia, antigua pero buena: el examen de conciencia. Por la noche, antes de finalizar el día, nos quedamos solos y la pregunta es: ¿qué ha pasado hoy en mi corazón? ¿Qué es el éxito? ¿Qué cosas han pasado en mi corazón? Si no lo hacemos, no sabremos vigilar ni custodiar de verdad". 
     El examen de conciencia, añadió el Papa, "es una gracia, porque proteger nuestro corazón es mantener el Espíritu Santo, que está dentro de nosotros". "Sabemos que Jesús habla claramente y los diablos huyen. También al final de la vida Jesús nos da ejemplo. Para no dejar entrar a los demonios, debemos ser capaces de recogernos, es decir, estar en silencio, con nosotros y ante Dios, y al final del día preguntar: ¿Qué ha pasado hoy en mi corazón? ¿Ha entrado alguien que no conozco? ¿La llave está puesta? Y esto nos ayudará a defendernos de muchos males, incluso aquellos que nosotros podemos hacer, si entran esos demonios tan astutos que nos pueden engañar a todos".

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