«EN
VERDAD TE DIGO: HOY
ESTARÁS CONMIGO EN EL PARAÍSO»
La pasión según Lucas tiene matices y sugerencias que hablan
del evangelio de la misericordia, del evangelizador, del catequista, del
misionero. Se podría sintetizar en tres palabras claves: Jesús, Misericordia y
Asombro.
Aparece en la pasión el Jesús humano que nos enamora y seduce a todos.
El que contempla el buen ladrón en la puerta de la muerte y que le roba el
Corazón a Jesús. Hoy estarás conmigo en el paraíso.
Curiosamente los apóstoles y discípulos le llaman maestro, Señor, hijo de
Dios...los pobres y pecadores sencillamente Jesús. Jesús significa Yahvé salva.
Su amor es incondicional. Abre su corazón como puerta de entrada donde solo
caben los pequeños y humildes que confiesan sus pecados.
La segunda palabra es Misericordia. Lucas
es la pasión de la misericordia. Presenta en todas las escenas el Corazón
ilimitadamente bueno de Cristo. No se ve ningún
gesto de amargura. Es bueno Jesús siempre y con todos. En la pasión el
Señor encuentra la oveja perdida, acoge en su Corazón al hijo prodigo que
vuelve a casa herido por la vida. Se alegra con lo pequeño cuando es encontrado
y abrazado, como aquella mujer con la moneda insignificante perdida y que se
llena de alegría, y como misionera de la misericordia se lo cuenta a todo el
mundo.
Por último es la pasión del
asombro de todos los que entran en contacto con El, sobre todo por su bondad tan divina y humana. Acoge y perdona. Reza en su dolor al Padre y comprende a sus amigos
dormidos y cansados por tanto dolor padecido. Asombro de un amor incondicional
que se entrega y da la vida en todo y por amor a todo.
Según Lucas la pasión de Cristo es la de un amor total y verdadero llamado
Jesús.
+ Francisco Cerro Chaves
- Obispo
de Coria-Cáceres
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