TIEMPOS LITURGICOS

TIEMPOS LITURGICOS

sábado, 28 de julio de 2018

DOMINGO 29 DE JUlIO DE 2018, 17º DEL TIEMPO ORDINARIO


«¿CON QUÉ COMPRAREMOS PANES PARA QUE COMAN ESTOS?»



     Estamos en la otra parte del lago de Galilea o Tiberiades. Jesús, al que le siguen multitudes, va a comenzar la preparación del misterio de la fe. Acojamos su gran invento. El más revolucionario y original, la Eucaristía, el Dios con nosotros, el maná que nos dio el Padre como alimento en el camino.
     ¿Cómo dar de comer a la multitud hambrienta de pan y de cariño, de verdad y de ternura?
     Jesús, cuenta siempre con nosotros y nos hace la pregunta del millón ¿Cómo darles de comer? El Corazón de Jesús no desprecia nuestra pobreza y cuenta con ella para dar respuesta a las necesidades del corazón humano. Siempre cuenta el Señor con nosotros, parte de nuestros problemas, cinco panes. Aquí, hay un muchacho que tiene cinco panes y dos peces. Pero ¿qué es esto para una multitud hambrienta de pan? Nos asusta lo desproporcionado de las necesidades y la misión a la que nos envía el Señor. Estamos hundidos por la llamada, la responsabilidad y nuestras pobrezas. ¿Qué son estos dos panes y cinco peces? No hay ni para empezar.
     Ante la incertidumbre y las dificultades de siempre, ¿no es mejor retirarse a los cuarteles de invierno y esperar que, a lo mejor, llegan tiempos mejores y menos complicados?
     Hay que ponerse en la piel de los apóstoles, de los evangelizadores, de nuestras eternas pobrezas. Jesús comienza con su respuesta, “con signos pobres”, lo primero es tan sencillo y humilde como indicarles que se sienten, que respiren un poco, que se calmen. Los sitúa bien, pues en aquel lugar había “mucha hierba” que siempre hace que la sentada se lleve mejor. A veces, las grandes soluciones comienzan con pequeños signos, con la humildad de partir de la pobreza, de los que somos y tenemos.
     Eran unos cinco mil, siempre demasiados y el milagro comienza con la Acción de Gracias al Padre. No espera Jesús ver el milagro con sus ojos, sino que comienza agradeciendo primero. Rompe el esquema del orante judío que reflejan los salmos y que primero piden, después esperan y sólo cuando se hace la curación, el milagro, agradecen. Aquí Jesús comienza con la acción de gracias como antes de morir, con la Eucaristía.
     Partiendo los dos panes y los cinco peces, de los pobres de aquello y de los nuestros se realiza el milagro. Dios siempre cuenta con nuestra pobreza para evangelizar. No desprecia ningún pan, ningún pez, ninguna pobreza, para construir porque al fin y al cabo, ¿qué puede hacer  aquel muchacho? Nada y todo. Nada, porque era una pequeñez con la inmensidad de cinco mil personas y sin embargo era su vida la que daba y junto con la acción de Jesús realiza el milagro.
     El milagro de la evangelización se realiza cuando ponemos al servicio del Señor nuestro problema

+Francisco Cerro Chaves - Obispo de Coria-Cáceres


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