TIEMPOS LITURGICOS

TIEMPOS LITURGICOS

sábado, 6 de junio de 2020

JORNADA PRO ORANTIBUS EN LA SOLEMNIDAD DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD




     En el calendario litúrgico de este año —afectados por la crisis del «coronavirus» y sus dramáticas consecuencias— celebramos la solemnidad de la Santísima Trinidad el próximo domingo 7 de junio. Es la festividad escogida para la Jornada Pro orantibus. En ella oramos por quienes oran continuamente por nosotros: las personas consagradas contemplativas. Con este motivo, agradecemos a Dios esta forma de consagración que necesita la Iglesia. Igualmente, reiteramos nuestra estima y nuestro compromiso para conocer mejor la vocación contemplativa que nos acompaña y a la que queremos acompañar en el corazón de la Iglesia y de cada persona bautizada.
     «Con María en el corazón de la Iglesia» es el lema de 2020. La Virgen María y la Iglesia constituyen el marco para la vida consagrada en España este año. Por ello, en la Jornada de la Vida Consagrada del pasado 2 de febrero la consigna fue «La vida consagrada con María, esperanza de un mundo sufriente». Entonces contemplábamos a María como modelo de esperanza para todos los consagrados que tratan de ser cercanos a tantas realidades de nuestro mundo marcadas por el dolor; ahora, María se nos ofrece como signo para la vida consagrada contemplativa, que está llamada, como ella, a habitar el corazón del cuerpo místico de Cristo, de la Iglesia que, con amor materno, acompaña a sus hijos e hijas en todo momento, pero sobre todo en la desgracia.
     Los monjes, las monjas y la vida eremítica ofrecen su vida en alabanza continua a la Santa Trinidad y su oración de intercesión por la comunidad cristiana y el mundo entero. Por ello, la Iglesia en España celebra en este domingo la Jornada por la vida contemplativa, conocida como Jornada Pro orantibus. Este año los obispos españoles proponen como lema para esta jornada: «Con María en el corazón de la Iglesia».
     De este modo, somos invitados a celebrar con sincera gratitud este domingo de la Santa Trinidad bendiciendo al Señor por la vocación consagrada contemplativa, y pidiendo hoy por tantos hermanos y hermanas nuestras que viven, oran y misionan en tantos monasterios esparcidos por la geografía española.

Bendigamos al Señor por la vocación contemplativa: «escondida» de todo y de todos, pero presente en todo y en todos


     Recordemos y oremos, pues, por tantos hombres y mujeres consagrados a la vida de contemplación, que es al mismo tiempo una vida oculta y fecunda para el mundo y nos muestra la luz de Dios, sobre todo cuando la oscuridad se cierne sobre la humanidad. Recordamos que la vida consagrada contemplativa custodia fervorosamente la realidad central de la fe, que es el amor de Cristo, que mantienen viva la confianza en ese Dios que, por puro amor nuestro se encarna para salvación de todos. 

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