TIEMPOS LITURGICOS

TIEMPOS LITURGICOS

jueves, 26 de junio de 2025

PARA EL DIÁLOGO Y LA MEDITACIÓN

JUNIO ADORAR Y PEDIR

Alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar

LA ADORACIÓN NOCTURNA MOMENTO PARA CULTIVAR LA INTIMIDAD CON DIOS


    PEDID Y SE OS DARÁ

     Una de las cosas que los hijos hacen con más frecuencia a sus padres es PEDIR. Pero los padres no se ofenden por ello, al contrario, les agrada que los hijos tengan confianza y sepan que por su amor ellos siempre van a intentar darles lo que les piden, si es bueno para ellos. Al fin y al cabo  “¿Quién de vosotros si su hijo le pide un pan le dará una serpiente? Pues mucho más el Padre Bueno dará sus dones a los que le piden”. Es una de nuestras labores de oración mientras nos postramos adorando a Jesús en la Eucaristía. Pidamos. Sin miedo. Con confianza. Empezando por lo importante, como nos enseña Trelles: -“Parece que el momento de exponer nuestras súplicas ha llegado, y nuestros labios pueden murmurar estas palabras: «Puesto que estás en mí, Señor, yo te abriré mi corazón y te presentaré mis humildes súplicas. No te pido, oh mi Dios, ni bienes de la tierra, ni honores. ni placeres de este mundo, solamente aspiro a los bienes sobrenaturales: la luz de la verdad que me haga comprender la vanidad de las cosas humanas, la fuerza de que tiene mi corazón tanta necesidad, el fin de sus debilidades y retraimiento morales que detienen mis pasos en el camino de la virtud. Lo que te pido es una fidelidad inviolable a tu santa ley y aun mayor ardor en tu servicio. Trasforma mi corazón tan lleno de sentimientos terrestres y egoístas, tan vacío de sentimientos generosos y celestiales. Crea en mí un corazón puro y renueva en mí un espíritu recto.»”- (LS, T.I, p.265).

   Es de las primeras cosas que nos sale cuando nos acercamos a Dios, parece la oración más espontánea, en el fondo sabemos que Él puede cosas que nosotros no podemos y que Él nos quiere bien. Quien pide con humildad e insistencia sabe por tanto que recibirá.

  Pedir, reclamar, llamar con insistencia, invocar, clamar, gritar, e incluso “luchar en la oración” son todo matices de una sola actitud interior. CEC 2629, quien pide se sabe limitado, sabe que no tiene todo bajo control, incluso que muchas veces ha metido la pata. Pedir nos hace volver a nuestro Origen y llegar a nuestro Fin, pedir nos pone en relación filial-paternal con Dios, porque pedir es lo propio de los hijos.

  Desde nuestras heridas, desde nuestros gemidos se alza muchas veces una petición implícita. El mundo gime en dolores de parto, nosotros gemimos en esperanza… pero es sobre todo el Espíritu Santo quien viene a nosotros y pide con gemidos inefables. Él es el que hace explícita nuestra petición, nosotros no sabemos pedir como conviene. Por eso hemos de invocarle para que nos sugiera la materia y nos ayude en el modo de nuestras súplicas (CEC 2630).

  En el Padrenuestro hay siete peticiones. De alguna manera resumen lo más importante de nuestro deseo: la santidad, el reino, la voluntad divina, el pan de cada día, el perdón de las ofensas, apartarnos de la tentación, librarnos del Malo… Dice el catecismo que “Al orar, todo bautizado trabaja en la Venida del Reino” (CEC 2632). ¡Es  más sencillo de lo que creemos! Ahí está todo contenido, “buscad el Reino de Dios…”, pero cuando se participa así en el amor salvador de Dios, se comprende que toda necesidad pueda convertirse en objeto de petición (CEC 2633). Las cosas materiales y las espirituales, las necesidades propias y las ajenas, los detalles de amor y las necesidades angustiosas… Todo nos puede dar pie para elevar nuestra petición al Señor.

  Al fin y al cabo, Cristo al encarnarse ha asumido todo lo humano para rescatarlo todo; cuando le pedimos a Él glorificamos su nombre. De hecho, la liturgia de la Misa está llena de peticiones, todas hechas “por Jesucristo nuestro Señor”, Él es nuestro único título para presentarnos ante el Padre con una súplica. Quizá podemos hoy inspirarnos en la petición de la Cananea: Una mujer cananea, que llegaba de ese territorio, empezó a gritar: «¡Señor, hijo de David, ten compasión de mí! Mi hija está atormentada por un demonio.». Pero Jesús no le contestó ni una palabra. Entonces sus discípulos se acercaron y le dijeron: «Atiéndela, mira cómo grita detrás de nosotros.» Jesús contestó: «No he sido enviado sino a las ovejas perdidas del pueblo de Israel.» Pero la mujer se acercó a Jesús; y, puesta de rodillas, le decía: «¡Señor, ayúdame!» Jesús le dijo: «No se debe echar a los perros el pan de los hijos.» La mujer contestó: «Es verdad, Señor, pero también los perritos comen las migajas que caen de la mesa de sus amos.» Entonces Jesús le dijo: «Mujer, ¡qué grande es tu fe! Que se cumpla tu deseo.» Y en aquel momento quedó sana su hija (Mt 15, 22-28). Sin derecho a nada, (y sabiéndolo), pero también sin vergüenza ni pudor, con insistencia y con humildad, con santa audacia, con rápido ingenio, hasta oír esas dulces palabras del Señor “que se cumpla tu deseo”. ¡Qué hermosas palabras para escuchar en el silencio de una noche de Adoración!

   San Agustín nos anima a pedir y pedir: -“Vete al Señor mismo, al mismo con quien la familia descansa, y llama con tu oración a su puerta, y pide, y vuelve a pedir. No será Él como el amigo de la parábola: se levantará y te socorrerá; no por aburrido de ti: está deseando dar; si ya llamaste a su puerta y no recibiste nada, sigue llamando que está deseando dar. Difiere darte lo que quiere darte para que más apetezcas lo diferido; que suele no apreciarse lo aprisa concedido"-.

   -"Vergüenza para la desidia humana. Tiene Él más ganas de dar que nosotros de recibir; tiene más ganas Él de hacernos misericordia que nosotros de vernos libres de nuestras miserias”- (Sermón 105).

Para el diálogo y la meditación.

¿Qué cosas pides a nuestro Dios?

¿Qué cosas te ha concedido tras mucho suplicar?

¿Pides por intercesión de los santos?


domingo, 22 de junio de 2025

sábado, 14 de junio de 2025

 VIVIR LA ORACIÓN

NUESTRA PARTICIPACIÓN EN LA ORACIÓN:

   La persona debe poner su deseo y su disposición, principalmente su actitud de silencio (apagar ruidos exteriores e interiores). El silencio aún no es contemplación, pero es el esfuerzo que Dios requiere para dársenos y transformarnos.

     El que actúa en la oración es el Espíritu Santo, pero Él no puede actuar en nosotros si no estamos en actitud de adoración, en actitud de reconocernos creaturas dependientes de Dios y, como consecuencia, nos abandonamos a su Voluntad. Es cierto que el Espíritu Santo puede actuar en nosotros aunque no estemos en adoración.  Es cuando el Espíritu Santo nos vence … Puede hacerlo.  De hecho lo hace a veces … como a San Pablo.  El Espíritu Santo puede actuar con fuerza o con suavidad (cf. Sb. 8, 1 en traducción de la Vulgata) Pero normalmente el Espíritu Santo sólo actúa en la medida en que estemos en oración, en disposición de adorar.  Y en la medida que se lo pidamos.  Y debemos pedirle que nos transforme, que nos cambie, que nos santifique, que nos dé tal o cual gracia que necesitamos para ser más parecidos a Jesús y a su Madre.

     La oración de adoración nos hace receptivos y dóciles a las inspiraciones del Espíritu Santo.  La oración nos permite escuchar la suave brisa de la cual le habló Jesús a Nicodemo (cf. Jn. 3, 8), que sopla donde quiere, pero que casi no se escucha … menos aún si no nos silenciamos.

En el silencio recibimos las inspiraciones del Espíritu Santo. En la adoración nos hacemos dóciles al Espíritu Santo.

   ¿Cuál es la participación de Dios en la oración?

     La participación de Dios escapa totalmente a nuestro control, porque El -soberanamente- escoge cómo ha de ser su acción en el alma del que ora. En ese recogimiento cuando oramos, Dios puede revelarse o no, otorgar o no gracias místicas o contemplativas.  Esta parte, el don de Dios, no depende del orante, sino de El mismo, que se da a quién quiere, cómo quiere, cuándo quiere y dónde quiere.

     Es muy importante tener en cuenta que la efectividad de la oración contemplativa no se mide por el número ni la intensidad de las gracias místicas.  Se mide por la intensidad de nuestra transformación espiritual: crecimiento en virtudes, desapego de lo material, entrega a Dios, aumento en los frutos del Espíritu, etc.

   ¿Por qué se habla de la oración como un combate? 

     Es corriente que los maestros espirituales hablen de la vida espiritual como un combate, comenzando por San Pablo que describe el combate espiritual en Ef 6, 10-18. El campo de batalla es el interior de la persona.  El arma del cristiano es la oración.  Podemos perder ese combate o podemos ganarlo.   Podemos ganar algunas batallas y perder otras, igual que en las guerras.

     Para ganar este combate, tenemos que luchar contra la acedia o pereza espiritual, que es básicamente la falta de interés en las cosas de Dios.  Luego tenemos que vencer las excusas:  “no tengo ganas” o “no tengo tiempo”.

     En resumen tenemos que vencer al Enemigo que no le interesa que nadie ore, pues no quiere que nadie se entregue a Dios, ni que esté del lado de Dios. La oración es un don de la gracia, pero presupone siempre una respuesta decidida por nuestra parte, pues el que ora combate contra sí mismo, contra el ambiente y, sobre todo, contra el Tentador, que hace todo lo posible para apartarlo de la oración. El combate de la oración es inseparable del progreso en la vida espiritual: se ora como se vive, porque se vive como se ora.  (CIC-C #572)

     Así es el combate espiritual.  ¿Estás dispuesto a ganarlo?  ¿O te vas a dar por vencido?

miércoles, 4 de junio de 2025

 VIGILIA NACIONAL, PREPARATORIA DEL 150º ANIVERSARIO FUNDACIONAL ANE

  Durante los días 17 y 18 de mayo, Zaragoza acogió la segunda jornada preparatoria con motivo del 150º aniversario de la fundación de la Adoración Nocturna Española; Encuentro que, bajo el lema «Don Luís de Trelles y el espíritu de la Adoración Nocturna a Jesús Sacramentado», fue una oportunidad para profundizar en la figura del Fundador y reflexionar sobre la vigencia de su legado espiritual.

 En esta ocasión nuestra provincia de Cádiz estuvo representada por adoradores/as las Secciones de Cádiz, de Ceuta y de Asidonia-Jerez.

  Comenzó la inauguración oficial en el Salón de Actos de la Casa de la Iglesia, -Plaza de la Seo-, con la Oración dirigida por el Viceconsiliario Nacional de la Obra, Reverendo D. Miguel Ángel Bondía, y continuando esta jornada de sábado con el acto de apertura y la 1ª Conferencia programada, donde se abordó el tema «La espiritualidad de la Adoración Nocturna a la luz de don Luís de Trelles», ponencia impartida por D. Juan Carlos Mollejo Sánchez.  D. Juan Carlos, joven adorador nocturno de la diócesis de Madrid y padre de familia numerosa, ejerce como abogado en el Tribunal Eclesiástico de la capital. En su intervención, destacó los pilares fundamentales de la espiritualidad de la ANE y subrayó la necesidad de conservar sus principios fundacionales para no desvirtuar su misión esencial. Según explicó, recuperar ese espíritu original permitiría devolverle a la Obra su fuerza evangelizadora.

  Tras un pequeño receso la siguiente conferencia corrió a cargo de Dª. Gloria Bermejo Reigada, psicóloga de las Fuerzas Armadas y también adoradora nocturna en Madrid. Que centró su intervención en «La importancia de la Lámpara del Santuario como legado espiritual de nuestro fundador», un recorrido por la historia y simbolismo de la revista homónima creada por don Luís de Trelles en 1870.  Dª. Gloria destacó cómo esta publicación fue el primer medio escrito ideado para promover el culto eucarístico en un contexto especialmente adverso. Durante dos décadas, entre 1870 y 1890, Trelles asumió en solitario tanto la dirección como la redacción de la revista, y en mayor medida, también, los costos de la misma.

  Concluyó el programa del sábado con una ofrenda floral a la Virgen del Pilar, realizada en la Santa Capilla de la Catedral-Basílica. Ceremonia presidida por el deán del Cabildo, D. Juan Sebastián y como oferente el Presidente Nacional de la Adoración Nocturna D. José María Pérez-Mosso Nenninger; a cuyo término y con la tradicional procesión de Banderas, en esta ocasión por el interior de la Basílica, se celebró la Vigilia Eucarística Nacional presidida por el arzobispo de Zaragoza, Monseñor D. Carlos Manuel Escribano Subías y concelebrada por un nutrido presbiterio.

  El domingo 18, en el mismo recinto, se desarrolló la tercera y última conferencia de las jornadas, bajo el título «Don Luís de Trelles y la Sección Adoradora y de las Camareras de Jesús Sacramentado de Zaragoza». Dicha exposición fue ofrecida por la doctora Dª. Carmen Pérez Bustelo, quien profundizó en el papel clave que desempeñó Zaragoza en la vida y obra del venerable fundador.

  Con la clausura de estas segundas Jornadas de preparación al 150º aniversario fundacional finalizaron los actos programados, que no cabe duda, dejaron un imborrable recuerdo a los asistentes, tanto por el incomparable marco en el que se desarrollaron como por la espiritualidad compartida en los mismos. Y con la marcha de los participantes a sus respectivas localidades de destino quedamos comprometidos para el próximo encuentro que celebraremos Dm. en Valencia, y que coincidirá con la celebración del tercer Año Jubilar del Santo Cáliz, considerando la misma como Peregrinación privilegiada.

FRANCISCO DE LA TORRE - PRESIDENTE DIOCESANO