DON MANUEL
GONZÁLEZ, ADORADOR NOCTURNO
D. Manuel González García nació en Sevilla el 25 de febrero
de 1877, en el seno de una familia humilde y profundamente religiosa. En su
infancia formó parte de los famosos «seises» de la Catedral de Sevilla, grupo
de niños de coro que bailaban en las solemnidades del Corpus y de la Inmaculada
y se costeó sus estudios sacerdotales trabajando como fámulo (trabajador de entidad
eclesiástica). Funda escuelas, publica
libros, escribe los coloquios espirituales en la Lámpara del Santuario... En
Sevilla, Palomares, Huelva, Málaga y Palencia, dejó su huella. Falleció en el
Sanatorio del Rosario, en Madrid, el 4 de enero de 1940.
Está
sepultado en la Catedral de Palencia en la Capilla del Santísimo bajo la
inscripción que él mismo dictó: «Pido ser enterrado junto a un Sagrario, para que mis
huesos, después de muerto, como mi lengua y mi pluma en vida, estén siempre
diciendo a los que pasen: ¡Ahí está Jesús! ¡Ahí está! ¡No lo dejéis
abandonado!».
« "Cada santo participa de la
riqueza de Cristo tomada del Padre y comunicada en tiempo oportuno. Es siempre
la misma santidad de Jesús, es siempre Él, el "Santo", a quien el
Espíritu plasma en las "almas santas", formando amigos de Jesús y
testigos de su santidad”, (Benedicto XVI) »
Santos, Beatos y Siervos de
Dios
de la Adoración Nocturna Española -2009
… la
Adoración Nocturna tenía un lugar especial en el corazón del beato Manuel
González, a quien se le conocía como el apóstol de la Eucaristía. Era el
adorador número 925 en el Libro de Altas de la Adoración Nocturna Española
(ANE) malagueña, presente en Málaga desde 1883.
En sus
escritos son muchas las frases alusivas a la adoración eucarística: «¡Ahí está Jesús! ¡Ahí está! ¡No lo dejéis
abandonado!». Por eso se le conocía
también como el Obispo de los sagrarios abandonados. Ésa es la clave que mueve
a los miembros de Adoración Nocturna: “mientras la ciudad duerme, las parroquias acogen a un
grupo de personas que dedican su tiempo a hablar con Dios en el silencio”, explica el presidente de ANE en Málaga, Jesús Sojo.
Durante el episcopado del beato Manuel
González en Málaga, se fundaron los grupos de Adoración de Pizarra, Álora,
Alhaurín el Grande y Ubrique, entre otros pueblos. Y en Málaga capital,
aumentaron los turnos de 6 a 24. Es más, D. Manuel creó la capilla de la Adoración
Nocturna en lo que ahora son las clases del Instituto Superior de Ciencias
Religiosas San Pablo. Según explica Sojo, “la Adoración estaba presente en esta
capilla 31 días al mes, los 12 meses del año, desde las 10 de la noche a las 6
de la mañana, y el Café Central también abría, para los adoradores. El mismo D.
Manuel bajaba a celebrar la Eucaristía a esta capilla, antes de comenzar la
jornada”.
“La oración es el alimento
del alma, lo que necesitamos para llevar nuestra vida de fe adelante”, asegura Jesús Sojo, “cuando yo era joven, eran
muchos los actos de adoración al Santísimo que se hacían en las parroquias: el
jubileo de las 40 horas, las cofradías sacramentales, la Adoración Nocturna… la
vida ha cambiado mucho, pero los cristianos seguimos necesitando la oración”…
Encarni Llamas Fortes
Martes, 11 de Octubre de 2016
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