«NO TEMAS; DESDE AHORA SERÁS PESCADOR DE
HOMBRES»
Evangelizar lleva siempre consigo el encuentro
con Cristo en el mar de la vida. En el entorno del lago tiene lugar este pasaje
tan de seguimiento de Jesús. El Señor
siempre nos pide la confianza de remar mar adentro. En la orilla se quedan
los cobardes, los que no se atreven a surcar profundidades en mar adentro donde
está la pesca mejor.
Por
otra parte se puede experimentar en el camino del amor de Jesús las tempestades
y dificultades en el mar embravecido de la vida. La mayor dificultad es la
esterilidad, el no haber pescado nada con todo lo que hemos entregado y
arriesgado en nuestra vida. A veces la crisis es total. Somos muy dados a
mirarnos o a culpabilizarnos. Lo mejor es siempre lo de Pedro en tu nombre
volveré una y otra vez a echar las redes. Se
de quien me he fiado y estoy persuadido de que el Señor nunca nos deja en la
estacada.
Ante
tantos peces en nuestras pobres redes por confiar en el Señor el asombro de
Pedro nos conmueve. Es el asombro humilde del contemplativo que se hace osadía
e intrepidez. No soy digno, apartate de mí soy solo un pobre pecador. Es la
manifestación más palpable de que se está en el camino de la santidad. Apartate
de mí, no soy digno, te fallo miles de veces no te das cuenta...Solo creo en la
santidad de los humildes que como Pedro viven en el asombro de un amor capaz de
sanar todas nuestras heridas.
+ Francisco Cerro Chaves
- Obispo de
Coria-Cáceres
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