“Padre nuestro. La vida consagrada presencia del
amor de Dios ”
Es el lema de la Jornada
Mundial de la Vida Consagrada que se celebra el 2 de febrero, fiesta de la Presentación del Señor en el templo. Un
día de especial agradecimiento al Padre nuestro. Los obispos españoles desean
recordar que “la vida consagrada es presencia del amor de Dios. Cada
consagrado, con su vida y testimonio, nos anuncia que Dios Padre, es un Dios
que ama con entrañas. Su Hijo Jesús nos enseñó una oración, el
padrenuestro, que expresa la relación que Dios tiene con cada uno de nosotros,
sus hijos y sus consagrados”.
[…]
Los religiosos y religiosas han brotado en el jardín de la Iglesia como
flores y frutos abundantes del Espíritu para la edificación del Cuerpo de Cristo
y para el servicio de los más pobres en todas las naciones de la tierra… Qué
sería de la Iglesia sin estas personas consagradas.
También hoy tenemos necesidad de estos corazones que anteponen el amor de
Cristo a cualquier otro interés.
Oremos por las vocaciones a la vida
consagrada, hoy más necesarias, porque escasean en nuestros
ambientes. Hombres y mujeres, humildes y desconocidos en la mayoría de los
casos, pero necesarios para prolongar el más fino espíritu evangélico en
nuestra sociedad. Hombres y mujeres en virginidad y castidad perfecta, para
amar sin fronteras a aquellos a los que son destinados. Hombres y mujeres sin
alforja, sin túnica de repuesto, en pobreza y humildad, para mostrar al mundo
el gran tesoro que es Dios. Hombres y mujeres en actitud de obediencia y
humildad, en actitud de misión para ir donde haga falta, para gastar la vida
por los demás en el nombre de Cristo. Benditos sean los pies y las manos de
todos estos hombres y mujeres que configuran la vida de la Iglesia con su vida
consagrada.
Recibid mi afecto y mi bendición:(+
Demetrio Fernández-Obispo de Córdoba)
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