«… QUEREMOS VER A JESÚS»
Seguir a Jesús con todas las
consecuencias es siempre un salto de muerte y vida. Si morimos con El,
viviremos con Él. Es un misterio de muerte y vida. Es morir para vivir.
Juan, el evangelista místico,
utiliza siempre el símbolo. Ante una realidad que no se sabe explicar con
palabras, acude al símbolo del grano de trigo.
Una imagen que nos habla de que
Jesús es el grano de trigo que caído en el surco de la vida, por amor al Padre
y a la humanidad, es trigo que muere para vivir, para resucitar.
Estamos ya a las puertas de Jerusalén. Hemos recorrido una cuaresma llena de dolor, muerte y vida. Sabemos que es el Señor el que amándonos hasta el extremo, nos indica el camino obligatorio de la cruz, para alcanzar la vida y la resurrección. Grano de trigo que muere para dar el fruto de la espiga.
+ Francisco Cerro Chaves - Arzobispo de Toledo
Primado de España
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