«ESTE HA SIDO PUESTO PARA QUE MUCHOS
CAIGAN Y SE LEVANTEN»
Fue el Papa Juan Pablo ll el que instituyó esta jornada de la vida
consagrada unido a la presentación de Jesús en el Templo el primer consagrado
al Padre.
Ya en el seno de la Virgen nos recuerda la
carta a los hebreos la actitud de vida consagrada de Jesús, aquí estoy Señor
para hacer tu voluntad.
La escena
de Lucas tiene el encanto y la ternura de los que han permanecido esperando en
todas las noches. Simeón y Ana nos recuerdan que nunca es tarde si la dicha es
buena. Siempre hay solución cuando nos envuelve la esperanza. Se de quien me he
fiado y estamos ciertos de que no falla, de que el Señor es puntual a la cita.
María como
buena israelita presenta al Niño como primer consagrado, como primogénito del
Padre. Ella entra en el Templo con José como una más con su hijo. No pide
privilegios. Ni se le hace una mención o recibimiento especial. Seguramente que
por la noche alguien dijo, todo normal en este día, rutinario, nada extraordinario.
Las cosas de Dios llevan siempre el signo inconfundible de lo sencillo y lo
cotidiano, de lo humilde.
Seguir a
Jesús es saber esperar. Cuando nos cansamos y no somos capaces de tener
paciencia con los planes de Dios no llegamos muy lejos. Es necesario caminar
confiados. Saber tener paciencia.
El seguimiento de Jesús esta
tejido de poner los ojos en quien siempre tiene abierto el Corazón. Estos
humildes contemplativos del Templo nos marcan un camino de esperanza y osadía.
De saber esperar tejiendo primaveras con su Presencia. Sigamos al Señor con la
mirada puesta en quien sabemos que nos ama.
+ Francisco Cerro Chaves - Arzobispo electo de Toledo
Administrador Apostólico de
Coria-Cáceres.
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