«HACED LO QUE ÉL OS DIGA»
Comenzamos otra etapa en el año litúrgico,
acabado ya el tiempo de la Navidad. Ahora iniciamos el Tiempo Ordinario, el día
a día en la vida de un cristiano que va viendo cómo Dios actúa de una manera
eficaz en nuestra vida ordinaria y así, tendremos oportunidad de dar cobijo a
la Palabra en el interior del corazón de una manera reposada, interiorizándola
y revisando sus respuestas, actualizando nuestra manera de vivir la vida y
acomodándola al Misterio del amor de Dios, porque en lo ordinario es donde
acontece lo extraordinario. Nos prepararemos para contar a todos los pueblos
las maravillas del Señor, como escuchamos en el salmo de este domingo.
El
relato del Evangelio es un ejemplo para ver cómo la Palabra se acerca a la
realidad de cada día y nos muestra que las cosas son distintas cuando Dios está
en medio de nosotros. El evangelista
San Juan, relata un acontecimiento de la vida ordinaria, una boda en Caná de
Galilea a la que asisten María, Jesús y sus discípulos. ¿Quién no conoce este
texto y quién no ha hecho referencia a él? Dentro de la sencillez de la
narración se cuentan muchos detalles, que nos ayudan a comprender mejor la
enseñanza, para casi todos podría pasar desapercibida, la falta de vino, que no
es el centro de la atención. Tampoco hay que quedarse en los diálogos cortos
entre Jesús y su Madre, o entre el mayordomo y el novio, aunque tienen su
importancia. A mí me parece muy interesante el papel de la Virgen, que no duda
en acudir a su Hijo presentándole el sufrimiento de estos jóvenes recién
casados; es muy importante fijarse en la convicción de María de que su Hijo puede
resolver ese sufrimiento,
aunque no le haya dicho de qué forma va a hacerlo. Ella sabe que lo hará,
aunque ignore cómo. Muestra confianza en la soberanía de Jesús. Nuestro Señor
está en la boda, pero quiere pasar desapercibido, porque no ha llegado su hora,
como le dice a su Madre.
En Caná, Jesús comenzó sus signos y
manifestó su gloria, por la fuerte confianza que manifestó la Virgen María en
Él, mérito
de Ella ha sido abrir el camino para acercarnos a Jesús siempre, aunque parezca que los acontecimientos
sean adversos. Ya sabemos que el Plan de Salvación lo lleva Dios, que la
iniciativa es de Dios, pero nuestra Madre sabe acercarse a Jesús y presentarle
los problemas y súplicas de todos nosotros y ante sus ruegos el Señor no se
puede resistir, no quiere resistirse. La importancia de este día está en que en
la vida ordinaria comenzó la revelación de la persona de Jesús. Lo que brilló a
través del milagro de la conversión del agua en vino, fue su gloria, y en lo
que se insiste es en la fe de sus discípulos en Él, todo lo demás, pasa rápido.
A San Juan le interesó destacar que la fe de los discípulos creció y que seguir
a Jesús es un proceso que termina en una firme fe.
Tenemos tantas cosas que aprender… los
maestros de la fe nos ayudan a acercarnos al Señor. La liturgia de hoy nos pide que pongamos nuestros
ojos en la Virgen María,
la que parecía estar en un segundo plano, pero no le pasó desapercibido el
dolor de estos jóvenes esposos, ni pasó por alto al que tenía la solución, a
Jesús, por eso nos dice también hoy: “Haced lo que Él os diga”. María nos
invita a caminar y a confiar.
+
José Manuel Lorca Planes - Obispo
de Cartagena
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