TIEMPOS LITURGICOS

TIEMPOS LITURGICOS

sábado, 9 de junio de 2018

DOMINGO 10 DE JUNIO DE 2018, 10º DEL TIEMPO ORDINARIO

«¿QUIÉNES SON MI MADRE Y MIS HERMANOS?»



     La promesa que nos releja el libro de los orígenes, el Génesis, de que sería aplastada la cabeza de la serpiente, de Satanás, continuamente está reflejado en el Evangelio de Marcos.
     Dios es Todopoderoso, pero el diablo no es todopoderoso, es “mentiroso y padre de la mentira” y toda su misión consiste en hacer la guerra a la obra del Reino de Dios. El diablo no puede reinar, pero sí hace la vida imposible a los que siguen a Cristo implantando su Reino de justicia, de paz y de amor. Se expulsa al diablo cuando amamos, reflejamos el Evangelio y  cumplimos la voluntad de Dios, que nos aleja del pecado que mata la vida y el corazón.
     Como nos recuerda el Papa Francisco en “Gaude et exultate”, el diablo que siempre trata de separarnos a través de la mentira y la calumnia, también trata de separarnos de Dios calumniándole.  Dios no te quiere. No eres nadie, por eso te trata tan mal. Trata de separarnos de los hermanos calumniándolos y poniendo siempre la sospecha, es especialista en sospechas, no son de fiar tus hermanos. También en sus obras de las tiniebla calumniándonos a nosotros mismos creando pesimismo, tristeza, que nos retiremos, que esto no es para nosotros. Nos aparta con mentiras y divide la obra de Dios, la obra del Reino y nos separa de los demás y de nosotros mismos.
     La clave es creer, confiar plenamente como un niño en brazos de su madre. La confianza absoluta en el triunfo de Jesús arroja una vez más al vacío al diablo y sus secuaces. La victoria está en Jesús y en los que le seguimos siempre que nos abramos a una fe, a una confianza ilimitada en su Corazón. Si alguna vez creyéramos que estamos condenados, que estamos en el infierno, si hemos confiado y creído en el Amor de Dios, no dudes que  estamos soñando, sería sólo un sueño, porque cuando nos arrojamos confiadamente en su Corazón Misericordioso el diablo no tiene nada que hacer, no puede reinar donde hay una fe que se hace confianza en “que sabemos que nos ama” y donde hay confianza en Dios, Satanás no puede reinar.
     Jesús nos vuelve a situar en la clave de una fe que “mueve montañas”. El Evangelio de Marcos, del catecúmeno, es donde se refleja la vida de Jesús y donde se prepara para vivir en la vida a la renuncia a Satanás y a todas sus seducciones, nos lanza a vivir en una confianza sin límites en el Amor del Señor que es Todopoderoso no como el diablo que disimula, que se trata de hacer pasar por lo que no es, y es vencido por la Verdad de Cristo.

+Francisco Cerro Chaves - Obispo de Coria-Cáceres


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