TIEMPOS LITURGICOS

TIEMPOS LITURGICOS

sábado, 1 de abril de 2017

DOMINGO 2 DE ABRIL DE 2017, 5º DE CUARESMA


«YO SOY LA RESURRECCIÓN Y LA VIDA: EL QUE CREE EN MÍ, AUNQUE HAYA MUERTO, VIVIRÁ»




     Este texto siempre me ha impresionado y cada vez lo medito más. En las muchas ocasiones que he estado en Betania, la casa del Corazón de Cristo, de los amigos de Jesús, del descanso, de la resurrección del amigo muerto, vuelvo a este texto tan lleno de vida y matices.
     En Betania existen tres tipos de cristianos en relación con Jesús, que es la Resurrección y la Vida. María, Marta y Lázaro representan tres maneras de relacionarse con Jesús.
     María expresa el amor contemplativo que cuida los detalles del amor con el Señor. Es capaz de acariciar con ternura los pues de Jesús, a los que unge, pensando en su muerte y resurrección en la que cree: “Sí Señor, sabemos que Tu eres la Resurrección y la Vida y el que cree en Ti no morirá”. María expresa el ser cristiano con la delicadeza de un amor que se hace detalles en lo cotidiano de la vida. Mujer creyente que escucha la Palabra y, a los pies de Jesús, aprende que la vida no consiste en hacer sino en ser. Por su dimensión contemplativa apasionada “ha elegido la parte mejor”. El amor que se hace entrega sin el nerviosismo de un trabajo frenético que, a veces, nos hace olvidar lo esencial.
     Marta, la otra hermana de Lázaro, expresa el amor que se hace servicio, entrega. Sería injusto pensar que, para Jesús, tiene más valor lo que vive María que lo que vive Marta. Entonces, habría que aconsejar a todos que no trabajaran, que no se afanaran por nada, a no tener celo apostólico. La clave es que, la actividad sin una interioridad, nos quema y nos hace que pasemos la vida en un reproche constante a los demás. ¡¡ Cuántos cristianos engrosan, cada día, la unidad de quemados intensivos por una actividad sin vida!!. Jesús, lo que corrige es el nerviosismo, el no pararse en lo esencial, el no contemplar la vida que uno tiene delante de sus narices y preocuparse de lo accidental, de lo anecdótico. Aquello que dice  Santa Teresa de Jesús, de los que en vez de entrar en el Castillo Interior, donde reside el Dios de la Vida, se quedan en los foros, en los alrededores del castillo, entretenidos en sabandijas, lagartijas y en lo que no vale la pena. En definitiva, no van adelante en la vida cristiana por tanto entretenimiento.
     Lázaro representa el auténtico amigo de Jesús y, de hecho, se le llama así, FILEIN, el amigo de Jesús y eso que él no hace nada, solo se deja elegir: “No sois vosotros los que me habéis elegido a mí, soy Yo quien os ha elegido a vosotros”. (Jn 15, 15). Ante la tumba de Lázaro, Jesús llora tres veces. Le conmueve el corazón y lo resucita porque el amigo muerto es el amigo al que ama.
     Muchas veces he pensado lo distinto que habría sido este texto de Betania, si Marta, inquieta, le hubiera dicho a Jesús: “Señor, mientras cocino, que es necesario, por qué no alzas la voz, dejo abierta un poco más la puerta de la cocina y, también con mi hermana, yo te escucho porque Tu eres más importante que lo que hago y lo que hago es por Ti”.

 + Francisco Cerro Chaves - Obispo de Coria-Cáceres

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