CRISTO HA RESUCITADO ¡ALELUYA!
Querido amigo:
¡Feliz Pascua de Resurrección! ¡Cristo ha Resucitado, ¡Aleluya! Mi más sincera y afectuosa felicitación para ti y los tuyos. Te he encomendado al Señor resucitado en la celebración de la Pascua de Resurrección, a El que llena de gozo nuestros corazones y nos dispone a vivir las incontables gracias del Señor, que vive para siempre con la gloria y poder que le corresponde como Dios que es, e intercede ante el Padre permanentemente por nosotros.
El buen tiempo ha ayudado a un desarrollo espléndido de la Semana Santa, con sus oficios, cultos de piedad y procesiones en
las calles, que han tenido un seguimiento masivo. Demos gracias a Dios por
ello, pues colabora sin duda a una mayor presencia pública de nuestra fe y
afirma a la iglesia como un auténtico pueblo muy representativo de nuestra
sociedad, a la que tantos bienes aporta.
Las celebraciones de la Misa Crismal --en
Ceuta el Lunes Santo y en Cádiz el Miércoles Santo--, han sido especialmente
bien participadas por los sacerdotes y los fieles de los distintos lugares de
la diócesis, momentos muy significativos y expresivos de nuestra comunión.
Una vez que Cristo ha resucitado, con
nuestro corazón ensanchado por la gracia de esta vida nueva, comprendemos mejor
que ha de pasar por nuestro corazón todo lo que cabe en el suyo, esto es,
nuestra salvación. Él nos ha enseñado a amar dando la vida para resucitar con
El, y no pueden dejar de dolernos las tragedias de nuestra sociedad.
En estos días no han faltado tampoco motivos de dolor y preocupación. Creo, por tanto, que debemos tener muy presentes y
encomendar a los cristianos coptos asesinados (al menos 45) en dos atentados cometidos por Daesh en sendos templos de esta
comunidad en Egipto: la Catedral de San Marcos, en Alejandría, y la Iglesia de
San Jorge, en Tanta, al norte de El Cairo. Estas masacres han coincidido
intencionadamente con el Domingo de Ramos, festividad que abre las
celebraciones de la pasión, muerte y resurrección de Cristo. En diciembre
pasado, la misma organización terrorista golpeó a los coptos egipcios en plena
Navidad con un ataque que causó 25 muertos. Al parecer las comunidades
cristianas de Siria, Irak y Egipto son un objetivo estratégico de los
terroristas islamistas, porque representan la diversidad religiosa de una
región que fue la cuna del cristianismo. Queda al descubierto con el
ensañamiento que ponen en su persecución y asesinato masivo. La limpieza
religiosa de la región está en marcha, mientras la comunidad internacional
asiste a ella de brazos caídos, como si fuera un hecho inevitable. Además de
desestabilizar a Egipto pretenden, al parecer, crear un clima de terror ante la
cercana visita del Papa Francisco al país, prevista para finales de este mes. El Santo
Padre y la Iglesia Católica ocupan páginas llenas de odio y amenazas en las
últimas publicaciones de Daesh, porque los considera aliados de
Occidente. Oremos por los cristianos perseguidos quienes, por otra parte, han
celebrado con inmensa alegría a Cristo resucitado, por quien siguen dispuestos
a dar la vida; y por el próximo viaje apostólico del Papa Francisco.
Vale la
pena ver el video de cómo han celebrado la victoria de Cristo sobre el mal, el
odio y la muerte, estos masacrados coptos, un testimonio vivo de fe y
esperanza cristiana, verdadero ejemplo para nosotros.
(Antes de visualizar el vídeo deje pasar el Himno
inserto al blog)
Una preocupación más. En todos estos días no han dejado de llegar a nuestras costas multitud de emigrantes, sobre todo africanos, a los que seguimos acogiendo con gran esfuerzo y una encomiable caridad. Nos desborda el problema, sus causas internacionales, las políticas migratorias, etc. Pero nosotros seguimos atendiendo a las personas que merecen todo nuestro apoyo, y ser tratados como otros cristos, por los que el Señor ha muerto y resucitado.
Te envió para tu reflexión y oración mi carta pastoral de esta Pascua. Espero nos veamos pronto. Reserva ya en tu
calendario el próximo sábado día 29 de abril para
participar en el II ENCUENTRO DE RENOVACIÓN PASTORAL. En
esta ocasión afrontaremos la vida parroquial, que necesita atreverse con los
retos de la nueva evangelización en la situación diferente que experimentamos
hoy. Confío en que la participación de los laicos junto con vuestros pastores
sea el inicio de una fructífera reflexión y acción pastoral. La experiencia que
se nos va a presentar merece verdaderamente la pena.
Un fuerte
abrazo con la alegría de Cristo Resucitado que sostiene nuestra fe.
+ Rafael Zornoza Boy -Obispo de Cádiz
y Ceuta
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