YO PONGO EL BELEN
Muchas
familias aprovechan el puente de la Inmaculada para colocar adornos navideños
en sus casas. En este tiempo de Adviento, pretendemos
mostrar la alegría y la fe del pueblo cristiano que mantiene arraigadas sus
tradiciones navideñas. Ellas forman parte del patrimonio de nuestra fe y de
nuestra cultura. Os propongo poner el Belén –que no falte en ninguna
casa— y que
mostremos a través de las redes sociales la campaña «Yo
pongo el Belén».
Es un modo
de mostrar cómo, a pesar de las dificultades, los cambios y las nuevas
costumbres, la esencia misma de la Navidad nunca se pierde: porque la Navidad
no necesita ser salvada, sino que, cuanto en ella acontece, es lo que nos salva
a nosotros. En este tan difícil momento os animo vivamente a participar de esta
iniciativa, que impregne de sentido navideño cristiano todas las redes.
Como señaló el Papa
Francisco la pasada Navidad en su Carta
Apostólica Admirabile signum, la costumbre de poner el
Belén en las casas «es realmente un ejercicio de
fantasía creativa, que utiliza los materiales más dispares para crear pequeñas
obras maestras llenas de belleza. Se aprende desde niños: cuando papá y mamá,
junto a los abuelos, transmiten esta alegre tradición, que contiene en sí una
rica espiritualidad popular. Espero que esta práctica nunca se debilite; es
más, confío en que, allí donde hubiera caído en desuso, sea descubierta de
nuevo y revitalizada»…
RITO DE LA BENDICIÓN DEL BELÉN FAMILIAR
Reunida la familia, el padre o la madre de la misma dice:
En el nombre
del Padre, X y del Hijo, y del Espíritu Santo.
R/. Amén.
El que dirige la celebración puede
decir:
Alabemos y demos gracias al Señor,
que tanto amó al mundo que le entregó a su Hijo. R/. Bendito seas
por siempre, Señor.
Luego el que dirige la celebración
dispone a los presentes para la bendición:
Durante estos
días contemplaremos asiduamente en nuestro hogar este pesebre y meditaremos el
gran amor del Hijo de Dios, que ha querido habitar con nosotros. Pidamos, pues,
a Dios que el pesebre colocado en nuestro hogar avive en nosotros la fe
cristiana y nos ayude a celebrar más intensamente estas fiestas de Navidad.
Uno de los miembros de la familia lee este texto de la Sagrada Escritura.
María dio a luz a su hijo primogénito Lc
2, 4-7a
Escuchad ahora, hermanos, las palabras del santo Evangelio según san
Lucas:
En aquellos
días, José, por ser de la casa y familia de David, subió desde la ciudad de Nazaret,
en Galilea, a la ciudad de David, que se llama Belén, en Judea, para
empadronarse con su esposa María, que estaba encinta. Y sucedió que, mientras
estaban allí, le llegó el tiempo del parto y dio a luz a su hijo primogénito,
lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre. Palabra del Señor.
Después de la lectura.. Sigue esta
plegaria:
En este
momento en que nos hemos reunido toda la familia para iniciar las fiestas de Navidad,
dirijamos nuestra oración a Cristo, Hijo de Dios vivo, que quiso ser también hijo
de una familia humana; digámosle: Por
tu Nacimiento, Señor, protege a esta familia.
— Oh, Cristo, por el misterio de tu sumisión a
María y a José enséñanos el respeto y la obediencia a quienes dirigen esta
familia. R/. Por
tu Nacimiento, Señor, protege a esta familia.
— Tú que amaste y fuiste amado por tus padres,
afianza a nuestra familia en el amor y la concordia.
R/. Por
tu Nacimiento, Señor, protege a esta familia.
— Tú que estuviste siempre atento a las cosas
de tu Padre, haz que en nuestra familia Dios sea honorificado.
R/. Por
tu Nacimiento, Señor, protege a esta familia.
— Tú que has dado parte de tu gloria a María y
a José, admite a nuestros familiares que otros años celebraban las fiestas de
Navidad con nosotros, en tu familia eterna.
R/. Por
tu Nacimiento, Señor, protege a esta familia.
Oración final.
V/. OH, Dios, Padre nuestro, que tanto amaste al mundo que
nos has entregado a tu único Hijo Jesús, nacido de la Virgen María, para
salvarnos y llevarnos de nuevo a ti, te pedimos que con tu bendición estas
imágenes del nacimiento nos ayuden a celebrar la Navidad con alegría y a ver a
Cristo presente en todos los que necesitan nuestro amor. Te lo pedimos en el
nombre de Jesús, tu Hijo amado, que vive y reina por los siglos de los siglos. R/. Amén.
V/. Cristo, el Señor, que se ha aparecido en la tierra y ha
querido convivir con los hombres, nos bendiga y nos guarde en su amor. R/. Amén.
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