«CUANDO
VENGA EL ESPÍRITU, OS GUIARÁ HASTA LA VERDAD PLENA»
El misterio de Dios escondido y revelado
en plenitud es la Santísima Trinidad. Dios es familia, es unidad, es comunión,
es Trino en personas, con un solo Corazón, el de Cristo.
El misterio trinitario sin lugar a dudas es el
centro de la revelación del cristianismo. El esfuerzo de toda la
Iglesia en su magisterio para enseñarlo y vivirlo, sin traicionar el depósito
de la fe, ha sido colosal e inmenso en la fidelidad a la Revelación y en la
catequesis de explicación a la hora de transmitir la fe. En todos los textos
donde se afirma la Trinidad siempre se subrayan tres claves para ser fiel al misterio revelado.
Primero la unicidad de Dios. Dios uno
y trino. El Dios revelado a Abraham, Isaac y Jacob es Uno, y hay que amarle con
todo el corazón y con todas nuestras fuerzas. El judío afirma que existe un
solo Dios que no es como el de los pueblos circundantes que tienen ojos y no
ven, tienen orejas y no oyen...
Segundo por la Encarnación del Verbo cuando
dice el Padre hagamos redención nos encontramos con que el Padre tiene un Hijo
que nacido de mujer es el Redentor y el Salvador, y que como el Padre es Dios
de Dios, Luz de luz...
Finalmente se nos ha revelado que Jesús desde el seno del Padre nos
ha enviado el Espíritu Santo que como Señor y dador de vida tiene la misión de
formar en nosotros los sentimientos del Corazón de Cristo.
El
Espíritu Santo es
persona, don, regalo para convertir nuestra vida de una historia mal
hecha en historia de salvación por su amor redentor.
+ Francisco Cerro Chaves - Obispo de Coria-Cáceres
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