«QUÉDATE
CON NOSOTROS, PORQUE ATARDECE»
El Señor resucitado sigue cumpliendo con su cita habitual en el
cenáculo, en la Galilea de la vida y en los caminos de los decepcionados de la
vida. Emaús es un camino muy recorrido por la humanidad. Sobre todo
para los que se instalan cómodamente en la queja, para no hacer
nada. Emaús es el camino que pueden recorrer también comunidades, parroquias,
personas… que no han descubierto lo que para ellos es decepcionante, la cruz. Es
como el Señor nos ha descubierto un amor hasta el extremo, no nos ha amado en
bromas.
Jesús se pone a caminar con ellos. Les
escucha hasta el final. No les interrumpe. Escucha una por una sus aburridas
quejas de siempre. Hace el camino el Señor con todos los decepcionados de la
vida.
Ante la pregunta de Jesús sobre lo que
hablan por el camino, quedan delante de Él rematadamente pobres. De que vamos
hablar sino de Jesús el Nazareno. Proclaman que Cristo ha muerto pero no tienen
ni la convicción, ni la luz del Resucitado. Dicen las palabras de todos los
decepcionados de Cristo y de la vida... nosotros esperábamos. ¿Qué esperabas tú de Jesús? ¿De dónde brotan
nuestras decepciones?
Jesús les quita del horizonte, el nosotros
esperábamos de los decepcionados, para afirmar, era necesario. Todo lo que ha
ocurrido, ocurre u ocurrirá era necesario para entrar en su gloria... y
comenzando por los profetas, los salmos… les explicó su vida y la nuestra a la
luz de su Palabra.
Pedirle al Señor que nos explique nuestra vida desde la Palabra de su Corazón.
Vivir con la convicción de que el caminante resucitado acompaña nuestros
caminos.
+ Francisco Cerro Chaves - Arzobispo de Toledo
Primado de España
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