«JESÚS, TEN
COMPASIÓN DE NOSOTROS»
Nos encontramos
resumido en este evangelio de Lucas sus temas favoritos, la misericordia, el
favor de Dios a los que viven en todas las periferias, los preferidos de su
Corazón que son los últimos y el asombro de Jesús ante la respuesta o falta de
respuesta de los que ha realizado el milagro de la sanación.
Tres serían las actitudes que nos
transmite la Palabra de Dios orada.
Primero el agradecimiento.
Solo son felices los que saben agradecer. Es más los que no tienen un corazón
agradecido nunca están plenamente curado. A veces no son consciente de la obra
de salvación que ha realizado el Señor, por eso no vuelves para decirle un
sencillo gracias. Es lo que ocurre con aquellos nueve leprosos que como ni son
conscientes de la obra de Señor por no darse cuenta vivirán siempre como
enfermos, sin haber descubierto que el Señor les ha curado de raíz. Por no
saber agradecer no viven en la alegría de las maravillas que Dios hace con
nosotros cada día como canto la Virgen en el Magníficat.
Segundo la profunda humildad de reconocer la acción sanadora en nosotros. Es
increíble, pero por no ser humildes, no somos capaces de cantar las
misericordias del Señor en nuestra vida. La gratuidad del Señor que hace el
milagro sencillamente cuando cumplen su voluntad, contrasta con que no se
enteran porque viven ya con la convicción de que no hay solución y todo sigue
igual. Es necesario curar de la enfermedad de que todo es siempre lo mismo y
que nuestra vida no tiene solución. Es necesario una gran dosis de humildad
para reconocerse cada día sanado y salvado por el Señor y cantar sus grandezas
mientras vamos de camino.
Por último la confianza de quien se
descubre amado en su pobreza y salvado en su miseria. Aquellos leprosos se
habían instalado en la queja y en el pesimismo. Incluso a lo mejor pensaban que
no estaban tan mal. Los hay peores. Dios hizo el milagro y les falto el valor
para reconocerlo. En el fondo curados seguían viviendo como leprosos por no
confiar en las maravillas del Señor.
+ Francisco Cerro Chaves - Obispo de Coria-Cáceres
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