Chiclana de la Frontera acogió este año la Vigilia
de las Espigas
Un año más, con la llegada del tiempo de la siega, cuando la tierra
ofrece sus frutos, el Consejo Diocesano de la Adoración Nocturna organizó la
Vigilia de las Espigas para dar gracias al Creador por su permanente
Providencia.
Sobre las seis de la mañana, cuando el alba ya se apuntaba en el horizonte,
el R.D. Antonio Jesús López, vicario de la Iglesia Mayor, impartía la Bendición
Eucarística sobre los campos de nuestra diócesis y sobre toda la actividad
humana que, gracias a la Providencia, hace posible que del “fruto de la tierra
y del trabajo del hombre” podamos obtener lo necesario para nuestro sustento.
Culminaba así la Vigilia de
las Espigas 2014 que este año se integraba dentro de los actos del bicentenario
de la bendición parroquial y que había comenzado la noche anterior, a las 23.00
horas, con la celebración de la Santa Misa presidida por el Obispo diocesano,
en la iglesia parroquial de San Juan Bautista de Chiclana de la Frª., y
concelebrada por el Consiliario Diocesano de la Adoración Nocturna, el Párroco
y otros sacerdotes vinculados a esta asociación eucarística.
Tras velar al
Santísimo Sacramento durante toda la noche, se procedió al rezo del Santo
Rosario y la oración de Laudes, siguiendo con la procesión y bendición de los
campos, desde el atrio del Santo Cristo.
En nuestros turnos de adoración, además de nuestra acción de gracias a
Dios, oramos por todas las necesidades de nuestro pueblo, de manera singular
pedimos al Señor para que a nadie le falte un trabajo estable que le posibilite
el digno sustento personal y el de su familia.
Fue una noche realmente santa, con Jesús Sacramentado como único centro
de nuestra vela; aprendiendo de Él, fuente del amor divino, cómo hemos de mirar
a nuestro prójimo con ojos de misericordia y compasión fraterna. Haciendo
nuestros sus anhelos y sufrimientos, y pidiendo la luz y la fuerza que nos
ayuden a “no pasar nunca de largo ante el sufrimiento humano”.
Sería deseable y hermoso que, en todas
las parroquias, se pudiera establecer un turno de la Adoración Nocturna que,
durante el resto del año y hasta la próxima Vigilia de Espigas, con los demás
adoradores de la diócesis siguieran cumpliendo, en nombre de toda la Iglesia,
el mandato del Señor de orar sin interrupción, día y noche, a Dios Padre, por
medio de Jesucristo, en el Espíritu Santo.
P. Guillermo Domínguez Leonsegui,
Consiliario Diocesano de la Adoración Nocturna
No hay comentarios:
Publicar un comentario