1.- Vive con ENTUSIASMO estos días de Navidad: ¡Dios ha bajado a la tierra!
Envía un SMS y pon: “Dios ha nacido: feliz
Navidad”. Remite por tu correo electrónico felicitaciones pero con escenas
religiosas.
2.- Exterioriza PUBLICAMENTE lo que crees y sientes: ¡Cristo ha nacido! Cuelga en el exterior de tu
casa un símbolo cristiano. Al mirar hacia tu casa, algunos dirán, “ahí se nota
que vive un cristiano”.
Para recuperar la salud de la Navidad hemos de
posibilitar también la espiritual de cada uno.
3.- Tú, como Jesús, también te puedes hacer pequeño en estos días
y ser la alegría de alguien.
Visita algún enfermo, ejerce la caridad, ayuda en
alguna residencia de ancianos.
4.- Demuestra la ALEGRIA cristiana de estos días.
No olvides cantar
villancicos en la sobremesa de la nochebuena o siempre que tu familia esté
reunida.
5.- Ilumina, además de tu interior, el exterior de tu domicilio.
Dios, que está en ti, también habla a través de
lo que tú haces o enmudece cuando no te atreves a hablar en su nombre.
6.- Que no falte el belén, o por lo menos la figura del Niño Jesús, en tu hogar. La imagen del
Niño, en Navidad, es tan imprescindible como un balón en un partido de futbol.
¡Cuántos hay que juegan a la Navidad “sin el
esférico de Jesús de Nazaret”!
7.- Participa en las celebraciones de tu parroquia. Ofrécete para los distintos
ministerios.
Tú, como los pastores,
también puedes entregar algo de tu pan, leche o miel. Recuerda que, una fe sin obras, es una fe muerta.
8.- ADORA al Señor. Visita diferentes belenes instalados en parroquias, plazas o lugares
públicos. Explica a tus pequeños, si los tienes, el sentido de la Navidad.
Reza y bendice la mesa. No olvides que, el amor de Dios, también se manifiesta en aquellos
bienes que pone a nuestra disposición.
9.- REZA con emoción contenida, ante la llegada de un Dios tan divino y humano. ¿Sirve algo
una mesa en la que no se coma? ¿Sirven de algo unas navidades en las que no se
rece?
La oración es el fuego que mantiene cálido el Misterio de la Navidad. Sin oración, un pesebre,
un belén…quedan huérfanos. Les falta el valor divino.
10.- FELICITA, con lenguaje y símbolos cristianos, el acontecimiento que es la
razón y el ser de estos días: ¡Dios ha
nacido! ¡Aleluya!
Evita expresiones como “Felices Fiestas” o
“Felices días”. Como cristianos, nuestro mensaje, ha de ser el siguiente: “Dios
ha nacido; feliz Navidad” “Feliz Navidad y que Dios te bendiga.” ¿O no
te atreves?
Javier
Lehoz.
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