CENTENARIO DE LA ADORACIÓN NOCTURNA FEMENINA ESPAÑOLA
La Adoración Nocturna Española nace en
Madrid con la primera vigilia, el 4 de Noviembre de 1877, de la mano de Don
Luís de Trelles y Noguerol, hoy en proceso de canonización, y Don Juan de
Montalvo y O’Farril. Próximamente, en el año 2027, D.m., se celebrará el 150
aniversario de la fundación. Damos gracias a Dios.
Como también las damos por el primer
centenario oficial de la fundación de la Adoración Nocturna Femenina Española.
El día 25 de Julio de 1925
nació en Valencia la Adoración Nocturna Femenina, siendo su fundadora Doña
Anita Adrién Mur y su
primer Director Espiritual el Rvdo. Don Manuel Irurita Almandoz. Se
extendió por 37 secciones y el celo de Doña Anita la hizo llegar a otras
diócesis de España.
La fundadora de
ANFE nació en Valencia el 5 de Febrero de 1880 en
el seno de una familia cristiana. Tuvo dos hermanas religiosas y ella, postulante
dominica, no pudo serlo por padecer diabetes. Todos los días
asistía a Misa y al Jubileo. Las tardes las dedicada a obras de apostolado y
caridad.
De un libro de Actas está tomado este
párrafo: “El fuego divino que ardía en su alma quería que se
propagase a otras almas”, y su claro entendimiento, en sus ratos
de intimidad con Jesús, pensó, ideó y planeó el medio de que Jesús Sacramentado
recibiese adoración no sólo durante el día sino en las horas del descanso, del
silencio de la noche. “Velar con Jesús ¡qué dicha más grande! Estar
a los pies del Tabernáculo, en las horas de las tinieblas, cuando el enemigo de
Dios y de las almas no descansa, sino que maquina sus planes diabólicos”.
La inspiración divina la lleva a fundar una
Adoración Nocturna Femenina, para lo que tuvo que luchar contra viento y marea.
Por ser mujer hubo negativas por parte de las autoridades eclesiásticas que no
encontraban prudente que la mujer saliera de casa entrada la noche. Ella no
desmayó, rezando e insistiendo, hasta que Dios puso en su
camino a Don Manuel Irurita, canónigo de la Catedral, y el 12 de Mayo de 1925
se erigió la Asociación Archicofradía de la Adoración
Nocturna de Señoras Esclavas del Corazón Eucarístico de Jesús y de María
Dolorosa, de Valencia, siendo su
Director Espiritual el P. Irurita, hasta que fue elevado al Episcopado.
Ella, con el grupo que formó, celebraron la
primera vigilia el 27 de Junio de 1925. Pero Anita, que tenía espíritu
misionero, deseaba que la asociación fuera conocida por otras mujeres. El
Sr. Arzobispo lo ratificó y celebró una vigilia solemne en la Catedral el 25 de
Julio del mismo año. Durante la homilía dijo a las adoradoras:
“Sed
eucarísticamente piadosas y piadosamente eucarísticas”.
Fundó turnos los primeros viernes y
sábados de mes. Ensayaba los cantos para la vigilia. A las jóvenes les dejaba
el primer turno para que los padres permitiesen su asistencia. Implantó
personalmente 37 secciones en Valencia. Comenzó a escribir cartas a
otras diócesis desde el 3 de Febrero de 1932, fundando secciones:
en Orense (19 de Marzo de 1927), Pamplona y Murcia (7 de Diciembre de 1933),
Salamanca (31 de Diciembre de 1937). Posteriormente en Guipúzcoa, Vizcaya,
Villanueva de la Serena y Don Benito (Badajoz). También en Cervera y Lérida.
Tuvo la alegría de asistir personalmente a algunas de ellas. Poco a poco llegó
la Adoración Nocturna a Ibiza, Mallorca, Mahón y Seo de Urgel. También a
Barcelona y Balaguer. En Aragón habló con el Sr. Arzobispo para lo mismo.
Dado que ya estaba extendida la asociación
por bastantes diócesis, en 1933 solicitó del Obispo Auxiliar,
Doctoral de Valencia y Director del Seminario, Don
Javier Lauzurica, que fuese el Director Nacional de la Adoración.
En carta a su amiga Teresa Taberner le
explica cómo organizar y fundar secciones. Primero solicitar al Prelado de la
diócesis su autorización; segundo, lista de adoradoras activas y honorarias;
tercero, comunicar al Consejo Directivo de Valencia la fecha de inauguración. Y
contar con la bandera.
Anita sabía bien que la Eucaristía no
puede existir sin los sacerdotes y, con rifas y loterías, ayudaba a los
seminaristas necesitados. Durante la guerra civil los milicianos preguntaban ¿dónde
está esa Anita que paga la carrera a los curas? El acoso fue tal que tuvo
que trasladarse a veinticinco casas diferentes. En una ocasión huyó disfrazada
de pordiosera. En otra no pudo salir de la casa donde se escondía: registraron
todas las habitaciones menos donde ella estaba. Durante esos años, para poder
comulgar, se valía de adoradoras que le llevaban al Señor.
Tras la guerra, el 24 de
Junio de 1939, se reanuda la Adoración y tuvo que fusionar turnos
de las primeras adoradoras, reconstruir los centros, entre ellos su propio
domicilio con la sede, donde destinó un espacioso salón para la Capilla. Ella y
sus íntimas colaboradoras donaron sus joyas y monedas para una Custodia.
Más de trescientas adoradoras de Valencia, más otras de diversas diócesis, asistieron en peregrinación al Pilar, en 1940, con motivo del XIX centenario de la venida de la Santísima Virgen en carne mortal a Zaragoza en acción de gracias por el fin de la guerra.
El 3 de Agosto de 1941, a
los 61 años, el Señor la llamó a su lado. Falleció santamente
en su casa, recibiendo los sacramentos. A su entierro asistieron el Sr.
Arzobispo, muchos sacerdotes y las adoradoras de la diócesis. Sus restos
descansan en el cementerio de Valencia.
Hasta aquí su historia, que llega hasta
nuestros días, estando presente la Asociación en casi todas las diócesis
españolas, a pesar de todos los avatares que está sufriendo nuestra santa
Madre, la Iglesia. Y nos ha parecido oportuno aprovechar esta efemérides para
dar a conocer un poco a la mujer, de la que Dios se valió, para acercar a
tantas mujeres a la adoración eucarística, en una época en que no se podía
salir sola de casa y, menos, de noche.
“Oración
de Acción de Gracias por el Centenario”
Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu
Santo: inmersas en esta historia de Salvación, queremos dar gracias por
nuestros 100 años como ANFE, donde, en cada vigilia, hemos sentido nuestra
misión en la Iglesia.
Hemos querido responder -con nuestras
débiles fuerzas- a este gran derroche de ternura que es nuestra historia
compartida: ¡Dios con nosotros y nosotros con Él!
Representantes de un mundo que ora y
trabaja, queremos prolongar -en horas de la noche- que la historia sigue siendo
tiempo de salvación que, nuestras noches de la vida, “tendrán siempre un
amanecer” una luz, una misma Presencia de Pascua.
Ante el Sacramento del Amor y la Unidad
ponemos voz y rostro a tantas noches de tantas historias que conforman nuestros
signos de los tiempos y, como nuestra Madre Santa María, señalar que el camino
sólo es uno: “Haced lo que Él os diga”, y sólo en Ti poner nuestra esperanza.
Ayúdanos a ser fieles a la misión recibida, bendice nuestros esfuerzos, multiplica nuestros trabajos, santifícanos con tu presencia para que, en todo momento, sepamos cantarte y alabarte, Amor de los amores, y proclamar con nuestra vida: ¡Dios está aquí!
María Teresa Díaz Gallego -Vicepresidenta Consejo Diocesano de Sevilla.
Boletín Diocesano ANE-ANFE Sevilla Julio-Agosto 2025