PARA LOS NUEVOS ADORADORES Y PARA LOS VETERANOS ADORADORES (I)
... que han caído en la rutina, dejadez y apatía y que con
su actitud se degrada el carisma de la Obra.
Para que la Adoración Nocturna no se
convierta en un rato de oración más, en un jueves eucarístico, en una hora
santa, en un encuentro eucarístico, en no sé qué múltiples definiciones
posibles, es
necesario recordar una serie de conceptos que van unidos al origen de la
formación de esta Obra de seglares y de la Iglesia, que es la Adoración
Nocturna.
No es lo mismo asistir a cualquier hora
del día a adorar al Señor cuando la iglesia está abierta, o a las Vigilias en
calidad de aspirante a adorador (que normalmente asistimos de forma personal e
individual) que ser adorador activo una vez que se ha recibido la
insignia y homenajeado a la Bandera de la Sección.
Las cosas ya no van a ser igual que antes a partir
de ahora ya
estamos comprometidos con el Señor a acompañarle una vez al mes en una Vigilia
y ésta Vigilia tiene prioridad sobre otros compromisos familiares y/o
sociales, salvo, claro está, gravedad o urgencia. Hemos estado un tiempo
suficiente como para decidirnos seguir adelante o no, y sí hemos dicho que sí,
recibiendo la insignia, es que aceptamos el compromiso adquirido.
Queremos ser, en compañía de otros hermanos
adoradores, los que vamos a acompañar a Jesús en el Sagrario, o expuesto en la
Custodia, durante las horas de la noche, y sí hay que pasar un poco de sueño se
pasa. Porque queremos imitar a Jesús, y es que Jesús
oraba frecuentemente de noche, según leemos en los Evangelios. Y nos pidió que al
menos veláramos una hora con Él, para no caer en la tentación. Por eso las
Vigilias de la Adoración Nocturna se hacen de noche y los turnos duran una
hora.
Y cuando asistimos a las Vigilias no lo
hacemos en nombre propio sino en nombre de la Iglesia Universal y de toda la
humanidad, y nuestra Oración de noche es una Oración principalmente
expiatoria, una Oración de reparación, porque son muchas las ofensas e
indiferencias que sufre nuestro Señor Jesucristo en la Eucaristía y por eso estamos
ahí de noche, porque Jesús está presente de día y de noche, y sí se le adora
durante el día, ¿por qué no por la noche? y es, por tanto, cuando todos se van
a sus casas a descansar o bien a otras actividades nocturnas, sea baile, cine,
restaurantes, etc., es, decimos, cuando nosotros acompañamos a Jesús al igual
que acompañamos a un enfermo que está solo en la noche en un hospital.
Los adoradores nocturnos somos unos
privilegiados, y orgullosos deberíamos estar de ello por formar parte de esa
guardia personal del Rey de Reyes, del Rey del Universo, de Su Divina
Majestad, ya sí lo debemos interpretar.
Y sí por cualquier motivo no podemos asistir
a la Vigilia mensual, podemos asistir a la Vigilia de otra Sección que está cerca de
nuestra localidad. Este es nuestro compromiso de adorador nocturno. Y se recuerda porque
la mayoría de adoradores no lo tiene en cuenta.
No pensemos que somos adoradores para ser
más santos, no. Ésta no es la finalidad del adorador nocturno, aunque la
santidad será una consecuencia de estar frecuentemente delante de Jesús
Eucaristía.
Somos adoradores nocturnos porque
correspondemos con amor (nuestro acompañamiento nocturno) al Amor que ha
tenido Jesús con nosotros quedándose en la Eucaristía hasta el fin de los
tiempos. Y se lo agradecemos de forma comunitaria asistiendo a las Vigilias, de forma
comunitaria porque no estamos solos, formamos parte de una Sección, de un
Turno. Pasa lo mismo con la asistencia a la santa Misa. Muchos dicen que sin la
Misa no pueden vivir, que no sienten paz, que les falta algo sí no van, etc.
Podría interpretarse esta postura como egoísta sí es que lo buscan es la propia
felicidad. Debemos asistir a Misa porque tenemos que dar gracias a Dios por
todos lo que nos concede, porque es una muestra de amor hacia quien nos ha
salvado de la muerte eterna y de bien nacidos es ser bien agradecidos. Y es
verdad que a fuerza de corresponder con amor al asistir a Misa iremos
descubriendo nuestra dependencia y necesidad. Igual pasa con las Vigilias.
Asistamos con amor agradecido.
Insistimos: no es que busquemos ir a las
Vigilias para encontrarnos bien, para sentirnos más felices con la conciencia
tranquila, para ser mejores personas, etc., no, no es esta la intención, aunque
al final es el premio que nos da el Señor, sino que debemos ir a las Vigilias
porque queremos, y lo sentimos en el corazón, acompañar a Jesús
que está solo y abandonado en el Sagrario, y le hacemos compañía en esas horas
que todos se van, porque en definitiva, le queremos compensar de esos ratos en
que Él se siente abandonado, y no solo despreciado sino indeferenciado, no tenido en cuenta
para nada por los hombres en general.
Y le decimos a Jesús, Señor, no te
preocupes porque los demás te ignoren, aquí estamos nosotros para aliviar tu
dolor y soledad, y valoramos , aun con nuestra pobreza y pequeñez, tu
sacrificio y entrega en la Cruz para redimirnos y por habernos abierto las
puertas del Cielo con tu resurrección, tal como te sentimos en la Eucaristía,
vivo y resucitado [...]
BOLETÍN ANE CARTAGENA JUL-AGOT-SEPBRE
2021
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