Dios es familia. Es
Trinidad es comunidad. Es Amor que se hace pasión como familia para la salvación del mundo. En pleno corazón de la
Navidad la Sagrada familia nos habla de que Dios quiso nacer en una familia y
ser acunado en las noches de invierno con la ternura de María y el cuidado de
José.
1. La profunda humanidad de Jesús que nace y quiere vivir en una familia donde
descubre en el amor de María y José, el
profundo Amor de su identidad trinitaria. Dios no es un ser solitario que vaga solo por los
espacios siderales sin saber dónde ir. Dios es Amor y es desde siempre familia
Padre Hijo y Espíritu Santo, y en la plenitud de los tiempos se encarnó en el
seno purísimo de la Virgen María.
2. En la escena navideña
siempre se encuentra a Jesús en los brazos de María cuidado por José en una
familia. Es en la Sagrada Familia donde Jesús vive la mayoría de su vida. Aquí
aprende de la profunda oración y humildad de la Virgen para vivir aceptando los
planes incomprensibles del Dios de lo imposible. De San José aprende la alegría
de un trabajador que solo vive para su familia y que saca adelante día a día una
familia adelante en un tiempo nada fácil para nadie.
3. En la vida de seguimiento
de Jesús nunca faltan los problemas y las dificultades de la vida. La huida a Egipto para
cuidar al tesoro de su vida que es Jesús, nos
advierte que sus vidas... como las nuestras no será un camino de rosas. Aceptar tener que huir,
salir de su propio país para poder subsistir, ser emigrante, tener que vivir
ocultos por miedo a los poderosos, nos habla de una historia que se repite.
Solo vivir una vida de familia, que es el lugar y el espacio donde se nos
quiere no por lo que tenemos, sino por lo que somos.
+ Francisco Cerro Chaves - Obispo de
Coria-Cáceres