NUESTRA SEÑORA DEL SANTISIMO SACRAMENTO
Encontrábase en Roma por el mes de
Diciembre último Mons. Gauthier, Arzobispo de Kingston, en el Canadá. Iba a ser
recibido por el Papa, y aprovechando esta circunstancia el M. Rdo. P.
Estévenon, Superior General de la Congregación del Santísimo Sacramento,
suplicó al Sr. Arzobispo se dignase pedir al Pontífice indulgencias para la
siguiente jaculatoria: “Nuestra Señora del Santísimo Sacramento, Madre y modelo
de adoradores, rogad por nosotros”.
El señor Arzobispo, que es devotísimo de
la Sagrada Eucaristía, acogió con entusiasmo la propuesta y la redactó por escrito
para presentarla al Papa en la audiencia que tenía señalada para el día 30 de
Diciembre. Presente ante Su Santidad y habiendo obtenido permiso para leer la
súplica ¡oh sorpresa! en vano la busca en sus bolsillos y la hace buscar en el
abrigo que había dejado en la antecámara. Todo fue inútil; la instancia no aparecía.
El Prelado, un tanto turbado, comenzó a exponer de viva voz la petición, cuando
el Papa, de repente, sonriéndose, tomó una pluma en su mano, y sin vacilar un
momento trazó de su puño y letra el Rescripto que sigue:
[Cunctis qui coram Smo.
Sacramento publicae adorationi exposito, recitaverint hanc jaculatoriam: -“Domina
nostra Sanctlssimi Sacramenti, ora pro nobis,"- lndulgentiam tercemtorum
dierum concedimus.]
Dia 30 mensis
Decembris an. 1905.
PIUS P. P. X.
en castellano:
[A todos los que delante del Santísimo
Sacramento expuesto recitaren la siguiente jaculatoria: -“Nuestra Señora del Santísimo
Sacramento, rogad por nosotros,”- concedemos trescientos días de indulgencia.]
30 de Diciembre de 1905.
PIO X, Papa.